La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos históricos - ¿Por qué fanfarronear se llama "fanfarronear"? ¿Hay alguna alusión en la historia?

¿Por qué fanfarronear se llama "fanfarronear"? ¿Hay alguna alusión en la historia?

Desde la antigüedad, la gente ha llamado "fanfarronería" a esos comportamientos poco realistas y ensoñadores para describir esos comportamientos y prácticas exageradas y autoproclamadas. La piel de vaca es dura y soplarla requiere cierta dificultad, como algo que nunca se puede hacer. Tienes que alardear ante los demás de que puedes hacerlo y mentirles que nadie más sabe que puedes hacerlo bien. A esto se le llama "fanfarronear". En cuanto al origen de esta palabra, la época específica es muy vaga. Se ha transmitido de generación en generación y se ha vuelto popular en la actualidad.

Siempre que cualquier palabra tenga significado, debe tener su correspondiente explicación. Hay muchas versiones de historias de "fanfarronería" en la historia, entre las cuales dos son las de mayor circulación. En un antiguo pueblo había un niño que se sentía bien consigo mismo. Le gusta decir grandes palabras todos los días y vivir en imaginaciones poco realistas. Al principio, cuando se jactaba ante los demás, le creían y le prestaban mucha atención. Poco a poco la gente descubrió que los niños les estaban mintiendo. La mayor parte de lo que dijo era mentira y desperdiciaba sus sentimientos. Por lo tanto, no importa lo que diga el niño en el futuro, la gente nunca volverá a creerle. Un día, varios lobos hambrientos llegaron al pueblo. Los niños gritaron horrorizados y corrieron pidiendo ayuda, pero nadie estaba dispuesto a abrirle la puerta. Al final, el niño probó las consecuencias de fanfarronear todo el día y se convirtió en la cena en el vientre del lobo hambriento.

La segunda historia tiene lugar en otro pueblo. En el pueblo hay varios viejos jugadores que se reúnen para jugar a las cartas y apostar casi todos los días. Al principio, simplemente apostaban por cosas pequeñas y esta pérdida no era nada para ellos. Con el paso del tiempo, ya no se conforman con el placer de apostar por cosas pequeñas, y empiezan a apostar por casas, coches e incluso por sus queridas mujeres. Mucha gente dice que no es razonable y no les importa. Sin embargo, sus promesas no se cumplieron, sus palabras no se cumplieron. Al final, los aldeanos lo despreciaron y su familia lo abandonó. Se quedaron sin hogar y murieron de hambre en las carreteras.