¿Por qué muchos estudiantes coreanos no están dispuestos a quedarse en Corea?
Todos sabemos que los precios en Corea del Sur son mucho más altos que en China. Aunque sus salarios son más altos que los nuestros, todavía tienen que soportar mucha presión financiera, sin mencionar a los estudiantes internacionales que no tienen ingresos. Además, los coreanos son relativamente xenófobos, por lo que los chinos no obtienen buenas oportunidades en las empresas coreanas, y algunas empresas ni siquiera están dispuestas a contratar chinos. En tales circunstancias, los jóvenes ambiciosos naturalmente eligen regresar a China para desarrollarse.
La cultura coreana es diferente a la cultura china. Aunque ambos se originaron en la cultura confuciana, su desarrollo posterior fue bastante diferente. Por ejemplo, el sistema de edades en Corea del Sur es muy serio. Los jóvenes deben escuchar a sus mayores, hablar con honores y no desobedecer órdenes. Aunque la cultura tradicional de China también respeta a los ancianos y se preocupa por los jóvenes, este enfoque es inaceptable para muchas personas y existen muchas otras diferencias culturales que son difíciles de entender. Pero los coreanos todavía piensan que su propia cultura es la mejor, lo cual naturalmente es difícil de aceptar.
Finalmente, familiares y amigos están todos en China. Es muy fácil sentir nostalgia cuando estás fuera de casa durante mucho tiempo, y mucho menos en un país completamente desconocido. El pensamiento tradicional chino también exige reuniones familiares. Los estudiantes internacionales extrañan mucho a sus familias y no quieren quedarse en Corea del Sur y regresar a casa. Además, cuando una persona está fuera de casa, extrañará mucho la comida de su ciudad natal, pero es difícil encontrar un restaurante auténtico con un sabor familiar. Para un estudiante internacional que tiene estómago en China, también quiere volver a casa y comer comida deliciosa.
En general, el desarrollo de China es cada vez mejor. Los estudiantes internacionales están dispuestos a regresar a casa y contribuir a la construcción de la patria, en lugar de dedicar su juventud a un país al que no están acostumbrados.