La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos históricos - Cuando educaba a mis hijos, a menudo no podía evitar golpearlos y regañarlos. ¿Cómo remediarlo?

Cuando educaba a mis hijos, a menudo no podía evitar golpearlos y regañarlos. ¿Cómo remediarlo?

¿Cómo remediar a un niño que regaña con frecuencia? Las siguientes sugerencias son para referencia de los padres: 1. Los padres deben aprender a gestionar sus emociones. De ahora en adelante, deberían hablar de las cosas en lugar de gritarles a sus hijos. Cuando quieras gritarle a tu hijo, detente a tiempo y pregúntate si está bien, por qué y si hay una mejor manera de solucionarlo. En otras palabras, de ahora en adelante, no estoy tratando de hacer las paces, sino de cambiar.

2. Repítete siempre que debes ser un padre paciente. Ahora que has decidido ser padre, debes asumir esta responsabilidad. El desarrollo cerebral de un niño determina cómo piensa y se comporta actualmente. Si los padres utilizan el modelo de pensamiento maduro de los adultos para juzgar si sus hijos tienen razón o no, son ellos los que están equivocados.

3. Comunícate con tus hijos y desata nudos anteriores. Los niños a los que a menudo se les grita definitivamente tendrán ciertas sombras psicológicas. Para disipar estas sombras y desatar nudos anteriores, padres e hijos necesitan una comunicación sincera y franca. La actitud sincera de los padres conmoverá mucho a sus hijos y les hará pensar aún más en qué hacer cuando se comuniquen con sus padres, dejando de lado la hostilidad y promoviendo la comunicación.

4. Adquirir habilidades comunicativas con los niños y aprender a afrontar los problemas juntos. La comunicación no es tan simple como hablar. Por lo tanto, si la comunicación entre padres e hijos realmente no es fluida, deberían aprender más habilidades comunicativas para evitar la explosión del lenguaje. Especialmente cuando se enfrentan a problemas o desacuerdos, padres e hijos deben aprender a buscar puntos en común reservando al mismo tiempo las diferencias, encontrar puntos comunes y encontrar mejores soluciones.

5. No utilizar las exigencias de los adultos para regular a los niños: Nos llevó mucho tiempo saber la verdad. No es necesario que los niños sepan todo cuando son pequeños. Puede cometer errores y tener la oportunidad de corregirlos.

6. Pasa más tiempo con tus hijos: Al comer, bañarse, caminar o jugar, todo es una especie de compañerismo, lo que hace que este tipo de compañerismo sea más efectivo. No se trata solo de estar al lado. a tus hijos o actuar como un Buda Sentado.