Cuando educaba a mis hijos, a menudo no podía evitar golpearlos y regañarlos. ¿Cómo remediarlo?
2. Repítete siempre que debes ser un padre paciente. Ahora que has decidido ser padre, debes asumir esta responsabilidad. El desarrollo cerebral de un niño determina cómo piensa y se comporta actualmente. Si los padres utilizan el modelo de pensamiento maduro de los adultos para juzgar si sus hijos tienen razón o no, son ellos los que están equivocados.
3. Comunícate con tus hijos y desata nudos anteriores. Los niños a los que a menudo se les grita definitivamente tendrán ciertas sombras psicológicas. Para disipar estas sombras y desatar nudos anteriores, padres e hijos necesitan una comunicación sincera y franca. La actitud sincera de los padres conmoverá mucho a sus hijos y les hará pensar aún más en qué hacer cuando se comuniquen con sus padres, dejando de lado la hostilidad y promoviendo la comunicación.
4. Adquirir habilidades comunicativas con los niños y aprender a afrontar los problemas juntos. La comunicación no es tan simple como hablar. Por lo tanto, si la comunicación entre padres e hijos realmente no es fluida, deberían aprender más habilidades comunicativas para evitar la explosión del lenguaje. Especialmente cuando se enfrentan a problemas o desacuerdos, padres e hijos deben aprender a buscar puntos en común reservando al mismo tiempo las diferencias, encontrar puntos comunes y encontrar mejores soluciones.
5. No utilizar las exigencias de los adultos para regular a los niños: Nos llevó mucho tiempo saber la verdad. No es necesario que los niños sepan todo cuando son pequeños. Puede cometer errores y tener la oportunidad de corregirlos.
6. Pasa más tiempo con tus hijos: Al comer, bañarse, caminar o jugar, todo es una especie de compañerismo, lo que hace que este tipo de compañerismo sea más efectivo. No se trata solo de estar al lado. a tus hijos o actuar como un Buda Sentado.