¿Por qué los coeficientes intelectuales altos son propensos a sufrir enfermedades mentales, especialmente esquizofrenia?
En un estudio publicado el año pasado en la revista Intelligence, los autores compararon datos de 3.715 miembros de Mensa International USA con datos de una base de datos nacional de EE. UU. para analizar a personas con alto coeficiente intelectual si la prevalencia de la enfermedad es significativamente diferente de el promedio.
Los resultados mostraron que a 20 personas con un coeficiente intelectual alto más que a las personas normales se les diagnosticó trastorno del espectro autista (TEA), a 80 se les diagnosticó TDAH, a 80 se les diagnosticó trastornos de ansiedad y a 182 se les diagnosticó al menos 1 Trastornos del estado de ánimo.
En cuanto a enfermedades físicas, las personas con un coeficiente intelectual alto tienen 265.438 03 más probabilidades de sufrir alergias ambientales, 65.438 008 más probabilidades de sufrir asma y 84 más probabilidades de sufrir enfermedades autoinmunes.
Los investigadores analizaron en el artículo que las personas con un coeficiente intelectual alto suelen estar "sobreexcitadas intelectualmente" y tienen una alta sensibilidad del sistema nervioso central. El lado positivo es que esto les ayuda en su trabajo creativo y artístico. Pero este sistema nervioso altamente sensible y reactivo, que es diferente al de la gente común, también puede conducir a una depresión más profunda y a problemas de salud mental. Lo mismo ocurre con los poetas, los novelistas y las personas con un alto coeficiente intelectual verbal. Sus fuertes reacciones emocionales ante las circunstancias aumentan su tendencia a reflexionar y preocuparse, los cuales son signos de depresión y ansiedad.
Los investigadores señalaron además que las reacciones psicológicas excesivas pueden afectar el sistema inmunológico. Porque las personas con un sistema nervioso sobreexcitado pueden tener fuertes reacciones a estímulos externos aparentemente inocuos, como etiquetas de ropa o sonidos molestos (complételo con Sheldon), y esta reacción puede transformarse aún más en estrés crónico, desencadenando una respuesta inmune incómoda.
Cuando el cuerpo cree que está en peligro (ya sea una toxina objetivamente real o un sonido molesto imaginario), inducirá una serie de reacciones fisiológicas y activará innumerables hormonas, neurotransmisores y moléculas de señalización. Cuando estas vías se activan crónicamente, pueden cambiar nuestros cuerpos y cerebros e incluso provocar asma, alergias y enfermedades autoinmunes.
La literatura anterior también ha confirmado que los niños superdotados tienen una mayor incidencia de enfermedades alérgicas y asma. Un estudio demostró que el 44% de las personas con un coeficiente intelectual superior a 160 padecían alergias, en comparación con sólo el 28% de las personas de edad similar.
Como investigador en el campo de la genómica (genoma, transcriptoma, epigenoma, proteoma), aunque actualmente existen pocos estudios científicos que puedan explicar a nivel de mecanismo molecular "las personas con alto coeficiente intelectual son más susceptibles a sufrir enfermedades mentales". enfermedad"enfermedad" base científica. Pero creo que en el futuro los investigadores darán respuestas más objetivas y precisas, desde el genoma a la epigenética, desde la topología del genoma 3D a la interacción con el medio ambiente.