Cómo educar a una niña de nueve años que es desobediente
2. Aprenda a comunicarse activamente con los niños, tolerarlos y animarlos, y no castigarlos cuando se nieguen a sí mismos. Este comportamiento es incorrecto. Cuando los niños se nieguen a sí mismos, déjenlos expresar sus pensamientos, porque los niños tienen su propio mundo interior.
3. Los padres también deben reflexionar sobre sí mismos y reflexionar activamente sobre si tienen razón, si hay problemas y si hay problemas con su propia educación. Deben tener el correspondiente respeto por sus hijos. Cuando los niños son rebeldes, pueden ser más independientes y desear la igualdad. No puedes simplemente mirar a tus hijos a través de tus propios ojos.
4. No les grites a tus hijos. Los corazones de las niñas son realmente sensibles. Cuando están en la fase rebelde de la adolescencia, quieren comportarse como adultos y no quieren que los adultos los disciplinan. Las niñas se pelearán con los adultos, pero la guía correcta de los adultos es mantener la calma.
5. Intenta entrar en el mundo interior del niño y adivina los motivos detrás de la provocación del niño. Por ejemplo, pregúntele a su hijo: "¿Estás enojado porque me preocupo demasiado por ti?" "¿Es porque tu madre está ocupada en el trabajo que te sientes herido?". Generalmente puedes adivinar qué es lo que hace que el niño se rebele. Si su suposición es correcta, el niño se sentirá reconocido y comprendido; si usted adivina mal, inténtelo de nuevo.
6. Ofrezca a sus hijos tantas opciones como sea posible. Por ejemplo, pregúntale a tu hijo: "¿Crees que puedes cruzar la calle o quieres que te tome de la mano?" "¿Quieres poner la mesa o quieres poner los platos en la mesa y esperar?" ¿Para que yo los ponga?"
7. Los padres también deben seguir aprendiendo. Por ejemplo, obtenga más información sobre psicología infantil o libros de educación para padres. Primero debemos llegar a la raíz del problema antes de poder resolverlo. Un niño es un individuo independiente con sus propias ideas. No todo se puede hacer según los deseos de los adultos. No pienses en el control total sobre tus hijos, sino más bien en el respeto y el amor incondicional. Establecer una buena relación entre padres e hijos.