¿Por qué el juego es una actividad básica para los niños?
Correr, saltar, lanzar y otras actividades de los niños en el juego pueden ayudar a desarrollar los movimientos básicos de los niños, y también se ejercitarán y mejorarán las funciones fisiológicas de varios órganos del cuerpo, lo que puede lograr el propósito de mejorar. aptitud física y proporcionar a los niños una mayor comodidad a su vida. Los juegos al aire libre también pueden mejorar la capacidad de los niños para adaptarse a los cambios del entorno externo y mejorar la resistencia física. Los juegos son muy beneficiosos para la salud física y mental de los niños.
Varios juegos tienen reglas y los niños deben cumplir estrictamente las reglas para garantizar el buen desarrollo del juego. Por lo tanto, organizar actividades de juego favorece el cultivo de los hábitos de los niños de amar al colectivo, cooperar entre sí y observar la disciplina, y favorece el cultivo del ingenio, la valentía y la tenacidad de los niños para superar las dificultades. Los elegantes movimientos del juego y las características coordinadas también favorecen el cultivo del sentido de belleza de los niños.
El papel de los juegos en la educación preescolar
1. Favorecer el desarrollo cognitivo de los niños
Los niños adquieren conocimientos sobre el color, la forma, el tamaño y el espacio de los materiales en los juegos. El conocimiento de la proporción realiza la interacción entre sus acciones y los materiales estructurales del juego, acumula conocimientos perceptivos sobre los conceptos de orientación, combinación, acumulación y disposición espacial, y mejora la comprensión y el conocimiento de cantidades y gráficos.
2. Promover el desarrollo de la capacidad estética de los niños.
En los juegos, los niños expresan sus sentimientos, comprensión, imaginación y experiencias emocionales sobre el mundo que les rodea, y liberan sus impulsos y deseos creativos. Conocimiento estético de los niños en cuanto a forma, equilibrio, simetría, combinación de colores, etc. , y el reflejo de su espíritu subjetivo en la apreciación de las obras, dejándose influenciar no sólo por la belleza, sino también mejorando su capacidad estética.