¿Por qué deberíamos brindar educación sexual a menores?
En primer lugar, cuanto antes los niños reciban educación sexual, más eficazmente podrán dominar los conocimientos "correctos", evitar la influencia de información nociva y evitar las posibles consecuencias negativas de los accidentes sexuales. Además, cuando los niños se involucran en conceptos de género y otras cuestiones, si se les presentan de manera oportuna y profesional, es más probable que se conozcan, se acepten y se reconozcan más fácilmente, generando así una buena confianza en sí mismos.
En segundo lugar, cuanto antes los niños reciban educación sexual, mejor podrán dominar las normas legales y morales, lo que les permitirá estar más seguros y saber expresar y diferenciar las relaciones sexuales de forma eficaz. Esto ayudará a reducir la probabilidad de su salud sexual.
Finalmente, desde la perspectiva de los padres, cuanto antes los niños reciban educación sexual, más fácil les resultará aceptar el concepto de sexo, y además podrán establecer una correcta relación hogar-escuela bajo la guía de los padres. Para que el entorno familiar sea más estable, se lograrán mejor los objetivos de educación de género de los padres, lo que ayudará a que los futuros hijos crezcan sanamente.
En general, impartir educación sexual temprana a menores sin duda mejorará mucho su capacidad para comprender correctamente los conceptos de género, tener sensación de seguridad y establecer una buena relación hogar-escuela, ayudándoles así a crecer sanamente. Crecer significativamente.