¿Por qué los cantoneses ni siquiera sueltan un cuenco de agua azucarada en las cafeterías?
En las zonas rurales, a muchas personas mayores les gusta hervir agua azucarada por la noche. Después de cenar, disfrutan de un cuenco de agua azucarada bajo el gran baniano de su jardín de vez en cuando. , ríen de vez en cuando y miran a sus nietos de vez en cuando juegan. Este tipo de vida cómoda se consigue con mucho esfuerzo.
En Guangdong, la mayoría de las zonas tienen mucha humedad. En este momento, el anciano que ha envejecido toda su vida siempre preparará un poco de agua azucarada que pueda eliminar la humedad para que la beba su familia. Cuando hace calor, también puede aliviar el calor y reducir el calor interno, lo cual es muy eficaz.
¿Cuál es el secreto del agua azucarada? ¿Le puede gustar tanto a los cantoneses?
El agua azucarada puede limpiar los pulmones y es una buena opción para reducir el fuego. Los ingredientes utilizados son diferentes y el efecto de este cuenco de agua azucarada también es diferente.
Jarabe de frijol mungo VS jarabe de frijol rojo: Los frijoles mungo tienen el efecto de eliminar el calor y enfriar la sangre, muy adecuados para el consumo en verano. Los frijoles rojos tienen el efecto de fortalecer el bazo y el estómago, reponer el qi y nutrir; sangre (manos y pies fríos, útero frío, dismenorrea) Las pequeñas bellezas deberían comer menos frijoles mungo y más frijoles rojos).
Si las personas están hechas de agua, entonces los cantoneses probablemente estén hechas de sopa, agua azucarada y té de hierbas. Beber té de hierbas es principalmente para aliviar molestias físicas (como aliviar resfriados o calor interno), pero hay miles de razones para beber agua azucarada: citas, recuerdos, digestión, glotonería o simplemente para pasar el tiempo. La obsesión de los cantoneses por el agua azucarada siempre desconcierta a las personas de otras provincias.
Un cuenco aparentemente normal de agua azucarada es la nota a pie de página más dulce de la cocina cantonesa y un recuerdo precioso que crece entre los cantoneses. Aunque el agua azucarada casera no es tan glamorosa como los postres occidentales, está llena de emoción y siempre hará que la gente se preocupe por ella, incluso si está a miles de kilómetros de casa.