Esforzarse por construir una universidad católica de clase mundial en Chile
¿Cuán realistas son las metas a largo plazo de la Universidad Católica? Una característica clave de las universidades católicas es una cultura de calidad e innovación que impulsa la reforma continua de las estructuras organizativas y los planes de estudio de enseñanza. Las universidades católicas también destacan en muchas áreas. Por ejemplo, en el Suplemento de Educación Superior del Times de 2005, la Universidad Católica ocupó el puesto 48 en el mundo en humanidades y artes. Hay pasos apasionantes en la ciencia, la tecnología y la educación de posgrado. En el proceso de búsqueda de la excelencia, las universidades católicas no adoptan otras estrategias nuevas, sino que sólo se esfuerzan por ser lo más excelentes posible en las áreas tradicionales de desarrollo académico, incluida la contratación de los mejores profesores, la atracción de los mejores estudiantes, la mejora de la calidad de la educación, la promoción investigación científica, construir relaciones con la industria y trabajar para aumentar y diversificar las fuentes de financiación.
Profesores y estudiantes
Durante los últimos 20 años, las universidades católicas han invertido mucho en el desarrollo de su personal docente, enviando a la mayoría de sus profesores jóvenes a las mejores universidades de los Estados Unidos y Europa Obtener un título de posgrado. En el caso de las facultades de medicina, el resultado de esta política es que el 90% de los profesores han obtenido títulos de posgrado o estudios de doctorado en el extranjero. Si bien se trata de una buena proporción para los estándares de la región, todavía hay mucho margen de mejora. Además de la calidad, el principal desafío al que se enfrenta la Universidad Anglicana es duplicar el número de profesores a tiempo completo, que actualmente asciende a 65.438+0.066. Debido a que las universidades católicas carecen de docentes en muchas materias y la carga de trabajo actual de los docentes no es propicia para la producción de resultados de investigación científica, esta tarea requiere una gran cantidad de fondos y una enorme energía.
Las universidades católicas tienen mucho éxito a la hora de atraer a los mejores estudiantes. Este año, el 55% de los graduados de secundaria que obtuvieron las puntuaciones más altas en el examen nacional de ingreso a la universidad fueron admitidos en universidades católicas. En un país con 63 universidades públicas y privadas, este es un logro asombroso, y los docentes y estudiantes de alta calidad son activos valiosos para el desarrollo actual y futuro de las escuelas. Bajo la guía de este concepto, las universidades católicas sólo aceptan estudiantes de intercambio cuyas calificaciones se encuentren entre el 30% mejor de su clase. El año pasado, 65.438+0.000 estudiantes de pregrado de universidades americanas y europeas cumplieron este requisito para estudiar dos semestres en una universidad católica.
Una nueva forma de educar
La Universidad Católica está atravesando importantes reformas curriculares destinadas a brindar a los estudiantes una experiencia educativa más flexible, integral y útil. Los cambios en el plan de estudios incluyen: nuevos cursos de educación general, cursos obligatorios de aprendizaje del idioma inglés, cursos de escritura en español y oportunidades de aprendizaje de servicio comunitario. La escuela también ofrece una amplia gama de actividades extracurriculares para que los estudiantes elijan, incluidas actividades de la iglesia, asuntos comunitarios, deportes y artes. Además, la escuela capacita a profesores en métodos de enseñanza innovadores y está construyendo un centro de enseñanza que proporciona herramientas educativas avanzadas de tecnología de la información.
Para probar la calidad de cada especialidad docente, la Universidad Católica contrató agencias de acreditación de calidad en Estados Unidos y el Reino Unido para evaluar su educación de pregrado. Hasta el momento, las Facultades de Periodismo, Arquitectura, Medicina e Ingeniería han superado con éxito la evaluación.
Mejorar las capacidades de investigación e innovación científica
Mientras aumenta la inversión en investigación científica básica, el gobierno chileno está trabajando arduamente para promover proyectos de investigación conjuntos entre universidades e industria. Este nuevo y prometedor entorno es muy beneficioso para las universidades católicas, que pueden recibir fondos adicionales para contratar nuevos profesores con potencial de investigación científica y mejorar el equipamiento de los laboratorios y otras instalaciones.
Ingresos y fondos por donaciones
La economía chilena se ha venido desarrollando saludablemente durante los últimos 20 años, convirtiéndose en el único país de la región con un desarrollo socioeconómico sostenido. Y las perspectivas de desarrollo futuro de Chile son buenas. Las universidades se beneficiarán enormemente del desarrollo sano y estable de la economía. La financiación en las universidades católicas se ha duplicado en menos de 10 años, impulsada por el aumento de las tasas de matrícula, el aumento de los subsidios gubernamentales y una capacidad gubernamental enormemente mejorada para proporcionar financiación competitiva.
La cantidad de donaciones recibidas por las universidades católicas sigue siendo pequeña en comparación con la de las universidades privadas de investigación en los Estados Unidos.
La escuela cuenta actualmente con una dotación de 200 millones de dólares, que incluye equipos de red de televisión operativos y de propiedad de la universidad. Las escuelas deberían aumentar significativamente sus donaciones para generar ingresos adicionales sustanciales. Actualmente, para aumentar los ingresos por inversiones, se están reinvirtiendo muchos de los activos de la escuela, la mayoría de los cuales son activos fijos no productivos.
Conclusión
Convertir universidades de investigación latinoamericanas en universidades de clase mundial es una tarea desafiante pero atractiva. Independientemente del resultado final, la construcción de universidades católicas de clase mundial se realiza en este entorno de desarrollo óptimo.