Ensayo completo sobre interesantes historias rurales "Alimentando a los cerdos"
Fui a la casa de mi abuelo en el campo durante las vacaciones. Un día, mi abuelo salió a hacer recados. Era mediodía y aún no había regresado a casa, así que pensé que la "tarea importante" de hoy debía dejarme a mí.
Cuando llegué al corral de cerdos en la casa de mi abuelo, vi a los "queridos cerdos" de mi abuelo. Todo su cuerpo era de un color blanco lechoso y muy suave, sus pequeñas colas detrás de ellos se balanceaban y sus nalgas estaban. Retorciéndose con orgullo, la escena parece cantar "Soy un cerdo feliz roncando", ¡y la vida es muy tranquila!
Pero ese no es el caso ahora. Estaban caminando en la pocilga y tarareando. Creo que deben tener hambre. Así que tomé el asunto en mis manos, seguí la rutina habitual de mi abuelo, saqué unas cucharadas de paja, vertí las sobras de la cocina de casa en un cubo especial para lechones y las revolví vigorosamente con una cuchara. Ya casi había terminado, así que me apresuré a cargar el cubo y caminé hacia la pocilga. Imité el método de mi abuelo y golpeé suavemente la pared del corral de los cerdos. Los cerditos estaban como estudiantes después de escuchar la campana. Todos se apresuraron a verter su comida en el comedero. Espera para comer, y tarareaban mientras comían. ¡Probablemente estaban elogiando la comida que preparé por su buen sabor!
Jaja, en un abrir y cerrar de ojos, el cubo de comida desapareció. Después de comer y beber lo suficiente, "cayeron" uno por uno. La gente dice que los cerdos tienen demasiada grasa, por lo que son demasiado perezosos para levantarse o moverse una vez que están llenos. ¡Realmente duermen después de comer y comen después de dormir!
Recuerdo que mi madre siempre me llamaba cerdo vago, no entendía por qué me llamaba cerdo vago en lugar de dragón vago, conejo vago, vago... Hoy por fin lo entiendo.