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¿Se seguirán reformando las instituciones públicas?

La reforma de las instituciones públicas es segura.

La reforma de las instituciones públicas tiene como objetivo fortalecer la gestión del establecimiento, no abolir el establecimiento; entonces la diferencia entre establecimiento y no establecimiento todavía existe. Cuando una institución pública sufre una reforma, todavía existe el establecimiento de la unidad, es decir, el nombramiento de personas y cargos. El sistema de empleo se implementa por puestos y ya no se aplican niveles administrativos; el empleo fuera del establecimiento sólo puede ser empleo temporal, y seguirá habiendo diferencias en salarios y beneficios en comparación con los que se encuentran dentro del establecimiento.

La dirección de la reforma de las instituciones públicas es sólo la transferencia de funciones pero no de instituciones. Las funciones administrativas asumidas por las unidades originales se transferirán a los organismos internos pertinentes de los departamentos competentes. Las instituciones públicas originales no cambiarán. Transformada en agencia interna del departamento competente. Si el departamento competente no contaba originalmente con un organismo interno que desempeñara las funciones administrativas correspondientes, la institución pública podrá constituirse como organismo interno de forma independiente y el establecimiento podrá convertirse en un establecimiento administrativo.

Problemas actualmente existentes en las instituciones públicas

1. El entrelazamiento de asuntos y empresas conduce a la indistinguibilidad de los asuntos políticos

Las instituciones públicas deben depender de las agencias gubernamentales en términos de personal, administración y recursos. El posicionamiento entre el gobierno y las instituciones públicas es confuso, los límites son borrosos, el fuera de juego y la desalineación se entrelazan y los asuntos políticos no se distinguen. Después de la reforma, aunque muchas instituciones públicas han sido nominalmente separadas del "control" del gobierno, todavía están conectadas con el gobierno en diferentes campos y disfrutan del tratamiento de las instituciones públicas anteriores.

2. La gran cantidad de personal conlleva una carga financiera excesiva

Actualmente existen en nuestro país más de 1,3 millones de instituciones públicas de diversos tipos, con más de 30 millones de empleados formales. , y también hay muchas organizaciones no gubernamentales. La mayor parte del trabajo y funcionamiento de estas instituciones públicas todavía dependen de las finanzas del Estado, ya sean salarios del personal o seguridad social. Si la situación actual se desarrolla, tanto los gobiernos nacionales como los locales estarán bajo una tremenda presión financiera.

3. La asignación irrazonable de recursos conduce a bajos beneficios sociales

Los recursos obtenidos por las instituciones públicas se asignan principalmente a través de la administración gubernamental, lo que resulta en duplicación de inversiones, cobertura limitada de servicios y bajos beneficios. . Muchas instituciones públicas son autónomas y desperdician recursos en su asignación, lo que reduce la tasa de utilización de recursos de las instituciones públicas y da como resultado bajos niveles de servicio.