¿Por qué a la mosca robot se le llama el "007" perfecto?
Las moscas siempre han sido impopulares, pero ahora altos funcionarios del Pentágono y de muchos institutos biológicos están prestando atención a este humilde animal con un entusiasmo sin precedentes. Hace unos días, científicos de la Universidad de California en Berkeley anunciaron que habían utilizado los principios de la biónica para crear la primera "mosca robot" voladora del mundo.
Aunque las moscas son pequeñas, pueden volar a una velocidad de 40 kilómetros por hora; si encuentran algo mal, pueden despegar rápidamente en 0,03 segundos; las moscas sólo consumen 0,1 gramos de alimento durante todo un día; vuelo. Un biólogo de la Universidad de California en Berkeley dijo: "Las moscas son los insectos voladores más estables y tienen la mejor maniobrabilidad. En el mundo animal, las moscas son aviones de combate".
Robot exhibido por la Universidad de California La mosca, llamada "Viuda Negra", pesa sólo 300 miligramos y mide menos de 3 centímetros de altura. El líder del proyecto, Matt King Nong, dijo: "Vuela a una altitud de más de 100 metros. La gente apenas puede verlo a simple vista, pero puede tomar fotografías extremadamente claras y enviarlas de vuelta. Sin embargo, los científicos dijeron que actualmente esto es así". La mosca robótica vuela demasiado rápido y no puede controlar su dirección. Y su robot volador ideal debería ser rápido y lento, cambiar de dirección en cualquier momento, juzgar la situación circundante por sí mismo y esconderse en rincones desconocidos.
Aunque el desarrollo de moscas robóticas aún está en sus inicios, sus amplias perspectivas de aplicación han atraído una amplia atención. El Pentágono de EE.UU. concede gran importancia a las moscas robot que se espera que se conviertan en "microespías" y apoya firmemente esta investigación desde 1998. Imaginan que las moscas robóticas podrían ayudar a los militares en tareas difíciles, como explorar cuevas en Afganistán o buscar armas secretas en Irak. En guerras futuras, las moscas robot podrían incluso volar al cuartel general enemigo con microexplosivos para matar a sus comandantes o hacer estallar todos los instrumentos en sus centros de mando. En definitiva, la mosca robot completará las tareas que 007 no pudo realizar en el pasado y se convertirá en un auténtico "superespía".
Los investigadores afirman que en el futuro habrá muchos sensores y pequeñas cámaras instaladas en moscas robóticas, por lo que todavía quedan muchas cosas que pueden hacer. Por ejemplo, se puede utilizar para detectar incendios forestales y buscar supervivientes entre los escombros de los desastres. Las moscas robot también tienen un gran potencial en la exploración espacial. Después de aterrizar en un nuevo planeta en el futuro, la mosca robot puede reemplazar a los astronautas y realizar fotografías, videografías, muestreos y otras tareas en diversas condiciones complejas.
Aunque la perspectiva de que un robot vuele es prometedora, es muy difícil hacerlo volar. Hay 20 músculos con diferentes funciones en las alas de la mosca. Cómo imitar los movimientos musculares para volar se ha convertido en un foco de investigación. Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, dedicaron cuatro años y casi 2.000 horas de investigación para descubrir cómo funcionan las alas de las moscas. Los investigadores crearon más de 30 modelos. Finalmente, utilizaron poliimida, un material similar al celofán, para crear alas biónicas con una longitud de sólo 10 mm, una anchura de 3 mm y un espesor de 5 micras. Puede aletear 150 veces por segundo y también permite que moscas robóticas vuelen de forma semiautónoma, unidas a cables delgados. Los científicos dicen que esperan tener moscas robot despegando, volando y aterrizando como moscas reales en los próximos dos años.
Otro problema en el desarrollo de moscas robóticas es el combustible y el propulsor. Debido a su tamaño limitado, las futuras moscas robóticas deberán utilizar dispositivos de microactuación eficientes. El laboratorio del profesor Epstein en el MIT está desarrollando un motor turborreactor en miniatura. Se espera que los futuros motores de microrreactores se reduzcan al tamaño de un grano de arroz, pero sean lo suficientemente potentes como para mantener a las moscas robot volando durante días sin aterrizar, dicen los expertos.