¿Por qué debería impartirse educación sobre la muerte a los estudiantes de secundaria?
Pero, de hecho, sólo lo perdido puede ser apreciado. Sólo frente a la muerte uno puede llenarse de anhelo por la vida y comprender la palabra "vivo" que toca el alma. Las personas que han experimentado el bautismo de la guerra, la prueba del desastre y el templado de los accidentes tienden a estar más tranquilas y tranquilas ante la muerte, valoran la oportunidad de vivir más, no desperdicien cada momento, no desperdicien cada momento, date un capricho. amablemente y vivir el presente. Una vez, un amigo experimentó la prueba de la vida o la muerte por ahogamiento. Lo primero que dijo al despertar fue "Es bueno estar vivo".
La vida y la muerte son a la vez un método dialéctico y un conocimiento de valores. El significado de la muerte es en realidad el valor de la vida. Cuanto más profunda sea la comprensión de la muerte, más preciso será el posicionamiento de la vida. Por otro lado, si tienes miedo a la muerte, eres ignorante y entras en pánico, no podrás comprender verdaderamente el significado y el valor de la vida. La falta de conciencia sobre la seguridad de la vida de la gente moderna se manifiesta principalmente en: baja atención a los factores peligrosos; capacidad insuficiente para responder a eventos de crisis; indiferencia ante las emociones de la vida y pérdida del valor de la vida;
La educación para la muerte es en realidad educación para la vida y es una parte indispensable de la educación para la vida. La educación sobre la muerte orientada a la educación para la vida se lleva llevando a cabo en muchos países desarrollados durante muchos años y está adquiriendo una madurez cada vez mayor. Ha desempeñado un papel rector extremadamente importante en el establecimiento de valores correctos y una visión positiva de la vida. Por ejemplo, ha disminuido la tasa de suicidio y la proporción de personas que padecen depresión y otras enfermedades.
En la actualidad, la educación sobre la muerte está recibiendo cada vez más atención y se han logrado una cierta gama de innovaciones modelo. Además de los cursos de educación sobre la muerte que se ofrecen en algunas escuelas, también están en auge las actividades prácticas extracurriculares como tumbarse en un ataúd para experimentar la muerte o someterse a experimentos de muerte simulada, escribir notas de suicidio, hacer testamentos y visitar funerarias. Sin embargo, esos intentos y esfuerzos están lejos de ser suficientes. La educación sobre la muerte no sólo debe comenzar desde la niñez y ser una parte importante de la enseñanza en el aula, sino también promoverse e implementarse como una parte importante de la educación nacional desde la perspectiva de elevar la conciencia sobre la vida de todo el pueblo.