¿Por qué debemos estudiar mucho?
La lectura puede enriquecer y enriquecer a las personas, ejercitar su mente, mejorar su reino, cambiar su temperamento y es beneficiosa para las palabras, los hechos y el estilo de vida de las personas. La lectura también puede ampliar tus horizontes. El conocimiento contenido en los libros puede describirse como omnicomprensivo. Al leer, puedes ampliar tus horizontes. En el proceso de lectura, puedes leer sobre personas que son diferentes a ti, como personas de diferentes culturas o orígenes, lo que puede ayudarte a comprender sus perspectivas y reexaminar tus prejuicios originales. La lectura puede cultivar el sentimiento. Cuando nos encontramos con contratiempos o necesitamos ayuda en la vida, la lectura nos hará sentir felices. La lectura también puede mejorar las habilidades de escritura. En el proceso de lectura, aprecié muchas palabras hermosas, así que puedo aprender de ellas y aprovecharlas al escribir.
La importancia de la lectura
La lectura está estrechamente relacionada con el autocultivo, y lo más importante para el autocultivo es la lectura. Sin embargo, en este tema existen diferencias entre el neoconfucianismo de Zhu y la psicología de Wang Yangming. El neoconfucianismo cree que para convertirse en santo hay que estudiar y cultivarse. No es aconsejable no estudiar ni cultivarse. Sin embargo, la teoría de la naturaleza mental cree que para convertirse en santo basta con cultivar el carácter moral y mejorar la mente, y que leer es inútil. Por lo tanto, cómo llegar a ser santo, ya sea de dos o de una manera, constituye el trasfondo principal de la historia intelectual de las dinastías Song y Ming. Ahora bien, parece que la lectura por sí sola no necesariamente mejora tu carácter moral, pero si no estudias y sólo te dedicas a la práctica espiritual, entonces el grado de desarrollo moral será limitado. Porque si la comprensión de la sociedad, las personas y las relaciones interpersonales no puede basarse en una base racional sólida, no podemos sacar conclusiones correctas. Sin lectura, no podemos lograr conciencia y claridad racionales.