La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos históricos - Hermana Shu

Hermana Shu

Esto debería discutirse caso por caso. En algunos casos, es mejor enviarlos a una residencia de ancianos: personas con el nido vacío cuyos hijos no pueden estar cerca para cuidarlos todo el tiempo, no se encuentran bien física y mentalmente y necesitan comprar y cocinar su propia comida, por lo que comer las sobras es menos problemático. Si tienen la enfermedad de Alzheimer, son más peligrosos, fáciles de perder, se olvidan de apagar el fuego al cocinar, nadie sabe cuándo se caen en casa y nadie presta primeros auxilios en caso de emergencia.

Sin embargo, la mayoría de las personas mayores paralizadas en cama tienen entre 70 y 80 años, y la mayoría de sus hijos tienen entre 50 y 60 años. El peso del anciano es de 100 kilogramos. Le irá bien esperar un mes, pero a la larga su salud física y mental será insoportable. Si se turnan para cuidar a los ancianos, pueden cuidar de sí mismos. Los ancianos semiautónomos o incluso discapacitados se mudarán, lo que no solo causa problemas a la familia, sino que también es más probable que cause problemas.

En segundo lugar, si eliges ir a una residencia de ancianos, primero puedes observar el estado mental de la persona mayor en el hospital. Si ve que todas las personas mayores en el comedor y en la sala de actividades públicas están llenas de energía, sonrojadas y sonrientes, básicamente puede concluir que se trata de un asilo de ancianos bien administrado. Si todos los ancianos que ves tienen caras tristes y no tienen ojos, entonces 80 residencias de ancianos no funcionan bien.

Por último, puede haber un trato diferente en las residencias de ancianos, y es común regañar y empujar a los ancianos en las residencias de ancianos. Por muy impresionante que fuera antes de retirarse, aquí seguirá estando tres puntos menos. Fue mi madre quien se dio por vencida después de ver a los ancianos en hogares de ancianos siendo sometidos a diversos grados de abuso mental.

Se puede comprobar que las residencias de ancianos no son la única forma de cuidar a las personas mayores. Las personas mayores deben prestar atención al ejercicio, posponer al máximo la etapa de autocuidado y prestar atención a la comunicación emocional con sus hijos, para evitar ingresar a una residencia de ancianos y caer en una posición pasiva física y mental.