¿Qué quieres decir? No es una sorpresa, es un shock.
La diferencia entre sorpresa y shock radica en la actitud de las personas hacia el evento en sí, así como en la diferencia de sentimientos y emociones provocadas por el evento. La sorpresa generalmente significa que las personas experimentan un buen resultado inesperado, lo que las hace sentir felices, emocionadas y felices. El miedo es cuando las personas experimentan un evento repentino y aterrador que causa ansiedad, miedo e inquietud. Lo que nos enseñan estas dos situaciones es que cuando suceden cosas buenas o vienen eventos terribles, debemos mantener la calma, tener la capacidad de afrontar la situación y evitar actuar impulsivamente por ser demasiado emocionales.
Para afrontar situaciones que no son ni sorprendentes ni aterradoras, necesitamos ajustar activamente nuestra mentalidad y preguntarnos. Necesitamos examinar cuidadosamente nuestras palabras y hechos, identificar problemas y tomar las medidas apropiadas para corregirlos. Al mismo tiempo, debemos aprender a soportar los altibajos y los reveses, relajarnos en el tiempo, encontrar el significado positivo de las cosas y ver las ganancias y el crecimiento en todos los procesos. Lo más importante es que debemos planificar el futuro, establecer objetivos claros y estar preparados para actuar para superar todas las dificultades de la vida.