Los estudiantes de secundaria no pueden traer reproductores de MP3 a la escuela.
En primer lugar, que los estudiantes de secundaria traigan teléfonos móviles es un reflejo del progreso social. Sin embargo, como estudiante más joven de secundaria, su gama de actividades es relativamente limitada y su capacidad de autocontrol no es fuerte. Algunos estudiantes juegan y envían mensajes de texto en clase, lo que puede afectar fácilmente el orden de la clase y su aprendizaje. Los estudiantes de secundaria se encuentran en el período de rebelión juvenil. El uso de teléfonos móviles no sólo fortalece la comunicación entre compañeros de clase, sino que también aumenta las posibilidades de enamorarse de los cachorros.
En segundo lugar, los estudiantes de primaria y secundaria no tienen fuertes capacidades de autoprotección. Aunque los teléfonos móviles no son artículos muy caros, si los llevan niños de 11 o 12 años, pueden atraer fácilmente la atención de los delincuentes. Especialmente algunos niños inmaduros que exponen deliberadamente su riqueza son fácilmente chantajeados por los delincuentes.
Los teléfonos móviles suelen almacenar algunas direcciones de casa o números de teléfono de los padres, lo que es bueno para los niños, pero también puede ser utilizado fácilmente por delincuentes.
Además, desde el punto de vista de la salud, el uso del teléfono móvil es perjudicial para la salud de los adolescentes. Algunos expertos dicen que debido a que las orejas y el cráneo de los adolescentes son más pequeños y delgados que los de los adultos, el cerebro de los niños absorbe un 50% más de radiación que los adultos cuando usan teléfonos móviles. La radiación de los teléfonos móviles puede dañar los nervios del cerebro y provocar dolores de cabeza, pérdida de memoria y trastornos del sueño. Por tanto, por el bien de la salud, los adolescentes deberían intentar reducir el uso del teléfono móvil.
Finalmente, para los estudiantes de secundaria sin medios económicos, los teléfonos móviles son un alto consumo, lo que desencadenará la mentalidad de comparación de los estudiantes y afectará su desarrollo de salud física y mental. De hecho, no estoy diciendo que los niños no deban tener teléfonos móviles. En cambio, esperamos que los profesores y los padres puedan guiar a los estudiantes para que puedan tener un sentido de autodisciplina y utilizar los teléfonos móviles de una manera sana y civilizada.