Nunca olvides la humillación nacional, recuerda a los mártires y revitaliza China
El 5 de agosto de 1945, el imperialismo japonés se vio obligado a rendirse incondicionalmente. Después de ocho años de lucha sangrienta, el pueblo chino borró la humillación de un siglo de palizas, obtuvo la gran victoria de la Guerra Antijaponesa y salvó la dignidad nacional de nuestros hijos e hijas de China. La nación china es conocida como el "enfermo del este de Asia" y se alza con orgullo en el este del mundo. Las nubes oscuras que se han puesto patas arriba se han dispersado y la patria ha dado la bienvenida al amanecer.
Este año se cumple el 70 aniversario de la victoria de la Guerra Antijaponesa. Al observar la bandera roja de cinco estrellas que se iza todos los días con el amanecer, ¿quién puede olvidar los enormes sacrificios nacionales que China hizo hace 70 años para derrotar al fascismo japonés? Por el bien del territorio de la patria y la dignidad de la nación, los soldados siguieron y siguieron arrojando cabezas y sangre. Compraron la paz de hoy con su sangre. ¿Cómo podemos olvidarlo?
Hoy vivimos en una sociedad pacífica y estable, pero no podemos olvidar la situación de ser derrotados cuando nos quedamos atrás y la humillación nacional. Los antiguos decían: "Nace en tristeza, muere en felicidad". Sólo teniendo en cuenta la humillación nacional, utilizando la humillación nacional como motivación, trabajando duro, estudiando mejor, sin tener miedo a las dificultades, estando dispuesto a trabajar duro e informando. Con la creencia de "aprender para China", podemos asumir la importante tarea de construir integralmente la patria. El sufrimiento y la lucha, la búsqueda y el esfuerzo, el trabajo pionero y arduo del pueblo chino están más allá de las palabras: inspiran a las personas de hoy, informan a las generaciones futuras, recuerdan el pasado y aprenden del futuro. Comprender profundamente y llevar adelante el espíritu nacional y recordar profundamente los logros de nuestros antepasados seguramente promoverá eficazmente el impulso de modernización socialista de China.
Somos los sucesores del siglo XXI. Nos capacitaremos una y otra vez, daremos pasos tranquilos y firmes y continuaremos avanzando hacia un futuro glorioso. Finalmente, gritemos juntos: "¡No olvidemos la humillación nacional y revitalicemos a China!".