Un poema en prosa
Un árbol está muerto, sus raíces están firmemente arraigadas en el corazón de la ciudad entre el hormigón armado, y su postura obstinada es la misma que la de los edificios altos.
Un árbol está muerto, con sólo unos pocos pájaros cantando en las ramas, desmoronándose.
Un árbol está muerto, sus hojas amarillas son como hojas de laurel, silenciosas y silenciosas.
Un árbol está muerto, con las ramas desnudas. El viento y la lluvia cayeron del cielo y golpearon el suelo verticalmente, rompiendo la indiferencia de la gente y huyendo en todas direcciones.
Un árbol está muerto, pero los anillos de crecimiento del tocón aún conservan rastros de vida.
Un árbol siempre morirá, ¿no es triste? La gente va a morir, pero a veces no podemos estar tristes.