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Introducción
En el año 395 d.C., al otro lado de Eurasia, el alguna vez poderoso Imperio Romano experimentó cambios recientes. Después de 10 siglos de gloria, se dividió en dos partes. Ese mismo año, un país llamado Wei del Norte galopó en el norte de China, y un país llamado Hou Yan libró una batalla histórica decisiva en Liangcheng, Mongolia Interior, y logró una gran victoria. Al año siguiente, en el año 396 d. C., Tuoba, el fundador de la dinastía Wei del Norte, se proclamó emperador generosamente y declaró al mundo que se había convertido en el único emperador legítimo en el norte de China. A partir de entonces, el imperio llegó a dominar gradualmente todo el norte. La historia china también marcó este evento como el estado de partición entre el norte y el sur, que duró casi 200 años. De hecho, desde que el gobierno del Imperio Jin se vio obligado a trasladar su capital a Jiankang, se ha formado el patrón de las Dinastías del Sur y del Norte. En los últimos años del siglo IV, se produjeron dos acontecimientos separatistas similares en el este y el oeste, con sólo un año de diferencia.
Desde entonces, el poder político del pueblo Han ha estado en la pacífica capital de Jiankang (la actual Nanjing), "subiendo y bajando" como una linterna giratoria. En la época del emperador Wu de la dinastía Liang, el sur de China había experimentado cuatro dinastías: Jin, Song, Qi y Liang. La separación del norte y el sur proporciona un marco de referencia para la comparación, lo que nos facilita viajar a través del tiempo y el espacio entrelazados.