Veinte años del G20: la Cumbre de Osaka es un momento histórico.
De una plataforma global para responder a las crisis a una plataforma para guiar la gobernanza global, el G20 necesita dar un salto histórico. Esta Cumbre de Osaka se encuentra en una de esas bifurcaciones.
Han pasado veinte años desde el G20 y el mundo ha entrado en un cambio histórico. ¿Qué papel jugará el G20 en esta transformación global? Desde la Cumbre de Buenos Aires en Argentina hasta la Cumbre de Osaka, el G20 está pasando por una prueba: si puede asumir el papel de gobernanza global.
La cumbre del G20 comenzó después de la crisis financiera de 2008, y la primera comenzó en 1999 con una reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales. 10 años parece ser un ciclo. Se puede decir que el G20 en 2019 ha alcanzado un punto de inflexión histórico. De una plataforma global para responder a las crisis a una plataforma para guiar la gobernanza global, el G20 necesita dar un salto histórico. Esta Cumbre de Osaka se encuentra en una de esas bifurcaciones.
Desde la Cumbre de Hangzhou de 2016, la economía mundial ha experimentado cambios tremendos, incluso dando a la gente la sensación de dos eras. Hace tres años, el libre comercio y el multilateralismo eran el consenso mundial, pero ahora los mayores desafíos que enfrenta la economía mundial son el unilateralismo y el proteccionismo comercial.
Antes de la Cumbre de Osaka, los informes publicados por el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones mostraban pesimismo, y Australia y la Unión Europea también estaban preocupadas por la situación comercial actual. En una entrevista con los medios de comunicación antes de la cumbre, el presidente estadounidense Trump expresó su gran descontento con Japón y consideró que la alianza entre Japón y Estados Unidos es muy injusta y desequilibrada.
La Cumbre del G20 en Londres de 2009 alcanzó un consenso sobre “no empobrecer al vecino” cuando la crisis financiera estaba en pleno apogeo, para evitar repetir los errores de la Conferencia de Londres de 1933. Se puede decir que bajo la presión de la crisis económica y la "bola de cristal" de la gran crisis de 1929, el G20 se convirtió en una plataforma para que los países respondieran conjuntamente a la crisis. Después de 2016, surgieron los efectos políticos y sociales de la crisis económica, aumentó el populismo y el nativismo y el proteccionismo impactaron cada vez más el orden económico mundial.
La Cumbre de Osaka no sólo tendrá que enfrentar la contracorriente del proteccionismo comercial, sino que también es una cuestión de preocupación común para todas las partes si la "oposición al proteccionismo comercial" puede incluirse en la declaración conjunta. Estados Unidos, Europa y Japón han hecho numerosas declaraciones sobre la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero no hay consenso en el seno del G20. Como plataforma de libre comercio más universal del mundo, la OMC necesita generar consenso entre todas las partes, especialmente entre los miembros del G20.
El libre comercio y el multilateralismo deberían ser la base de la reforma de la OMC. Como China ha subrayado muchas veces, los problemas que surgen en el proceso de globalización no pueden resolverse mediante el cierre o el proteccionismo, sino que requieren cooperación multilateral y esfuerzos colectivos. Debemos encontrar un camino intermedio y compartir los dividendos de la apertura y el desarrollo.
Desde la crisis financiera de 2008, la innovación tecnológica ha limpiado la estructura económica original. El área más destacada es el desarrollo de la tecnología de Internet, especialmente los medios sociales, que ha convertido al mundo en una "aldea global". El tráfico es el rey. El tráfico no sólo significa que la comunicación entre personas tiene un coste casi nulo, sino que también representa enormes oportunidades de negocio. Lo que ha surgido en este momento histórico es el rápido aumento del comercio electrónico, y las plataformas de comercio electrónico también necesitan un entorno comercial internacional más abierto.
Además, las redes sociales también están cambiando el orden financiero tradicional. Los pagos online y los pagos móviles se están convirtiendo poco a poco en una tendencia, y Facebook en Estados Unidos también planea emitir criptomonedas, que será una moneda que trascienda las fronteras nacionales. Este es un impacto revolucionario en el sistema económico mundial de base étnica.
Como anfitrión de la Cumbre del G20, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, propuso un concepto llamado "flujo libre y confiable de datos". Sin duda, el espacio de Internet se ha convertido en una nueva "frontera", un contenedor de riqueza y poder, y un territorio por el que todos los países pueden competir. Pero también debe ser un “espacio compartido” basado en la gobernanza global. Sin cooperación e intercambios transfronterizos, será difícil aprovechar la ventaja de escala de Internet. En este sentido, China tiene sin duda una perspectiva global. No sólo ha logrado ponerse al día y liderar las aplicaciones de Internet, sino que también ha propuesto el plan de China para la gobernanza global de Internet en el futuro.
Ahora, el G20 está entrando en su tercer año. Ya sea que continúe fortaleciendo su papel como plataforma importante para la gobernanza global o vaya contra la corriente del proteccionismo comercial, la Cumbre de Osaka es un momento histórico.
(Fuente del artículo: Beijing News) Declaramos solemnemente que el propósito de publicar esta información es difundir más información y no tiene nada que ver con la posición de este sitio web.