La Red de Conocimientos Pedagógicos - Currículum vitae - El "abandono de la autoeducación" se puede ver en todas partes a nuestro alrededor. ¿Cómo ve la educación sobre la autodestrucción y el autoabandono?

El "abandono de la autoeducación" se puede ver en todas partes a nuestro alrededor. ¿Cómo ve la educación sobre la autodestrucción y el autoabandono?

Como dice el refrán, muchos padres tradicionales en China han renunciado a la autoeducación porque quieren que sus hijos tengan éxito y sus hijas tengan éxito. Sacrifican todo su tiempo económico para acompañar a sus hijos, pensando que esto es por el bien de sus hijos, pero no saben que renunciar a la autoeducación realmente destruirá a sus hijos y a ellos mismos.

En primer lugar, creo que los padres chinos deberían aprender a ser padres imperfectos y aceptar a niños imperfectos.

Es de naturaleza humana que los padres quieran que sus hijos sean excelentes. Sin embargo, muchos padres exigen una crianza perfecta y exitosa. Pueden crear un ambiente particularmente limpio para sus hijos, permitiéndoles estar completamente involucrados en el proceso de aprendizaje, y piensan que esta es la mejor educación para padres.

Incluso si estos niños son admitidos en escuelas excelentes, siguen siendo ejemplos de enseñanza fallida. Este tipo de educación demasiado fluida les permitirá evitar contratiempos y hacer que los niños pierdan su independencia.

En segundo lugar, renunciar a uno mismo ya es una especie de obsesión, y también dependen de la educación de sus hijos para compensar sus carencias.

Estos padres parecen haber renunciado a sí mismos y ponerlo todo en sus hijos. Sin embargo, este es un tipo de apego en sí mismo. Colocar su propio futuro completamente en el futuro de su hijo agregará mucha presión al niño de manera invisible.

Creo que los padres primero deben tener una personalidad independiente, para que puedan educar a sus hijos para que tengan personalidades independientes con el ejemplo, para que sus hijos puedan aprender a afrontar las cosas solos y crecer sanamente.

Además, los padres se renuncian a sí mismos y tratan a sus hijos como productos e inversiones.

Cuando los padres dejan de educar a sus hijos, dedican toda su energía y tiempo a sus hijos. Los niños son su producto e inversión. Los padres no crían a sus hijos con bondad sino con sangre.

Ambas partes son individuos independientes y no deben imponer sus propios requisitos a la otra parte de ninguna forma, y ​​mucho menos controlar la vida del niño en nombre del amor. Este tipo de renuncia a la autoeducación supone una presión insoportable para los niños y un apego excesivo y extremo para los padres.