La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos universitarios - 537 [Lectura compartida] Seis "grados" de un aula ideal

537 [Lectura compartida] Seis "grados" de un aula ideal

En la vida, como profesores, todos anhelamos el maravilloso florecimiento en el aula, pero a menudo caemos en esta situación: ¿cómo impartir clases de chino (clases de matemáticas)?

Así que buscamos y exploramos en un sinfín de modelos de enseñanza en el aula... Como todo el mundo sabe, ¡sólo un aula donde los estudiantes están satisfechos es una aula verdaderamente buena! !

¿Qué tipo de aula puede estar llena de vitalidad, interés y sabiduría? ¿Qué tipo de aula permite a los profesores experimentar desafíos y a los estudiantes disfrutar aprendiendo?

En el libro "Nueva Educación" del profesor Zhu Yongxin, hablamos de los seis "grados" de un aula ideal.

La primera es la participación. ¡En un aula ideal, los estudiantes pueden participar plena, plena y efectivamente en el proceso de enseñanza! La enseñanza en el aula no puede ser la actuación de un docente, ¡y mucho menos una sala llena de docentes! ¡La participación de los estudiantes es el requisito previo para estimular el pensamiento! ¡La participación de los estudiantes (conferencias y actividades) no puede ser inferior a la mitad!

La segunda es la afinidad. En un aula ideal, profesores y estudiantes mantienen felices intercambios de emociones y sabiduría. La clase puede ser alegre, agradable, cooperativa o tensa, ¡pero la buena cooperación debe ser la base para el éxito en el aula!

La tercera es la libertad. Nuestra clase no puede ser como la escena, que solo enfatiza una estricta disciplina, dejando a los estudiantes caminando sobre hielo fino, sin ligereza y humor, menos risas y menos energía.

El cuarto es el grado de integración. Un aula ideal se centra en la integración de materias, materiales didácticos y contenidos de aprendizaje en lugar de enseñar a los niños conocimientos fragmentados.

El quinto es el grado de práctica. El aula ideal no radica en su orden o expresión fluida, sino en si realmente permite que los niños practiquen, permitiendo a los estudiantes usar su cerebro, sus manos y su boca en clase, aprender a través de la interacción y aprender a través del estudio.

El sexto es la ductilidad. Un aula ideal puede ampliarse y profundizarse basándose en la integración del conocimiento, extendiéndose desde el aula hasta la vida social, dejando espacio para que los estudiantes exploren más.

Recuerde a los profesores jóvenes que lo rodean que no intenten encontrar un modelo de enseñanza estandarizado y fijo similar a "1+1=2" e imaginen que puede satisfacer todas las necesidades de enseñanza. ¡Esto es sólo fantasía! El proceso de enseñanza en el aula es un proceso irrepetible, y es precisamente por este proceso que nuestro trabajo está lleno de sacralidad.

Sin embargo, mientras los niños aprendan de forma independiente y tengan más libertad, podrán darse cuenta del valor del aprendizaje y aprender de manera eficiente.