La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos universitarios - Puntos clave del asesoramiento familiar para niños de 6 a 12 años, ¿a qué debemos prestar atención?

Puntos clave del asesoramiento familiar para niños de 6 a 12 años, ¿a qué debemos prestar atención?

Primero, no seas impaciente y ten paciencia.

Muchos padres tratan a sus hijos como adultos cuando les dan clases particulares. Cuando sus hijos no responden cuando estudian, o demuestran que no pueden entender un punto de conocimiento muy simple, los padres se ponen ansiosos y les gritan. Este comportamiento debe detenerse. Gritarles a los niños no resolverá el problema ni podrá aconsejarles. También les hará sentir que no quieren estudiar ni interactuar con sus padres.

Por eso, debes tener paciencia a la hora de dar clases particulares a tus hijos. Incluso si el niño realmente no comprende y no tiene claros muchos puntos de conocimiento, no debe tener una expresión o un tono impaciente. Los niños son más sensibles, por lo que una o dos veces puede estar bien. Con el tiempo, su confianza en sí mismo disminuirá, lo que hará que se resista a aprender.

En segundo lugar, acostúmbrese al diálogo interno de su hijo y nunca lo regañe con dureza.

Cualquiera que haya estado en contacto con niños durante mucho tiempo sabe que existe un fenómeno cuando los niños son pequeños. Hablando francamente, hablan solos, lo que en los círculos académicos se denomina "discurso egocéntrico". Algunos expertos señalan que esta es una etapa importante en el desarrollo del lenguaje de los niños, por lo que los padres nunca deben golpear o regañar a sus hijos sólo porque los escuchan hablar solos. Deberían dar la orientación correcta o simplemente ignorarla. Esta situación desaparecerá naturalmente cuando el niño crezca.

En tercer lugar, los niños deben ser respetados y los padres no pueden decidir nada.

A la hora de dar clases particulares a sus hijos en sus estudios, muchos padres establecen su propio tiempo para sus hijos. Por ejemplo, cuando están ocupados con sus propias cosas, exigen que sus hijos estudien en ese momento. De hecho, este método no es recomendable. Se debe permitir que los niños organicen su propio tiempo, siempre que puedan completarlo dentro del tiempo especificado. Los padres no necesitan dictar cuándo sus hijos deben hacer qué. Pueden darles a sus hijos algo de espacio para tomar sus propias decisiones, lo cual es una buena forma de comunicación entre niños y padres.