¿Cuál es mi materia favorita, Pep?
Supongo que tuve suerte de nacer con el cerebro despejado. Desde muy joven, manipular los números ha sido fácil para mí.
Lo maravilloso de las matemáticas es que no hay nada que memorizar excepto algunas fórmulas. Cada paso para resolver el problema se realiza de forma lógica. Otras materias, como la historia y la geografía, requieren mucho trabajo de memoria. Recordar fechas y otros hechos es una tarea difícil en comparación con la facilidad y simplicidad del razonamiento matemático.
Aunque las matemáticas son fáciles para mí, algunos de mis amigos tienen grandes dificultades con ellas. Realmente no entiendo por qué. Se atascan en problemas simples y a menudo se dan por vencidos. Así que hago todo lo posible para ayudarlos.
Una de las ventajas de ser bueno en matemáticas es que no tengo que dedicarles demasiado tiempo. Las tareas y los exámenes son muy sencillos. Entonces tengo mucho tiempo para estudiar otras materias. A veces siento pena por mis compañeros menos afortunados a quienes regañan en clase por no completar sus tareas de matemáticas.
De todos modos, comencé a darme cuenta de que los seres humanos pueden ser muy diferentes en sus habilidades y, sin embargo, pueden parecer muy similares en otros aspectos. Algunos de nosotros tenemos la suerte de ser buenos en determinadas cosas. Es posible que otros no tengan tanta suerte.