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¿Cómo orientar las actividades colectivas de educación científica en los jardines de infancia?

Puntos clave de orientación para las actividades colectivas de educación científica en las guarderías

1. Crear un ambiente experimental seguro para los niños.

Los profesores deben ser partidarios y colaboradores de las actividades y deben dar a los niños el derecho a cometer errores en los experimentos. Aceptar y respetar las opiniones, intereses, exploraciones, descubrimientos y explicaciones de los niños, para que cada niño pueda descubrir algo en cada actividad de indagación y tener una experiencia exitosa.

2. Proporcionar a los niños materiales experimentales suficientes y diversos.

Los profesores deben asegurarse de que los niños puedan operar repetidamente, interactuar con objetos, explorar, descubrir y juzgar durante el experimento, y encontrar respuestas a preguntas por sí mismos. Los descubrimientos de los niños surgen de sus propios retoques y manipulación, por lo que es muy importante proporcionarles materiales experimentales. Sólo una variedad de materiales puede proporcionar a los niños una rica experiencia científica.

3. Déle al niño suficiente tiempo para operar.

El maestro guía a los niños para que observen atentamente durante el experimento, presten atención a los cambios en los materiales experimentales durante la operación y también guía a los niños para que aprendan a registrar los hallazgos durante el experimento. Si es necesario, proporcione orientación adecuada a los niños sobre los métodos experimentales, de modo que se debe garantizar el tiempo suficiente.

4. Anime a los niños a hacer preguntas

Discute con los niños en igualdad de condiciones y explora los temas juntos. Los maestros no deben apresurarse a dar respuestas a las preguntas de los niños, para no inculcarlos o adoctrinarlos con contenidos disfrazados que están más allá de la capacidad de comprensión del niño. En cambio, deben pensar en el problema. desde la perspectiva del niño y comprender sus dudas. Si el propio maestro no sabe por qué, puede bajar la cara y decirle al niño con franqueza su confusión. Esto también demuestra que el maestro y el niño son compañeros de "aprendizaje juntos".