Tengo el coraje suficiente para escribir 500 palabras sobre el tema.
Soy quien soy, diferente a los demás. La gente sabe cantar y bailar, pero yo no soy muy bueno en eso, pero sé que soy valiente y fuerte.
¡Neumonía! Esta frase fue como un rayo caído del cielo, empeorando repentinamente mi estado de ánimo. "¡No, sé fuerte!", me dije: "¡Mientras seas lo suficientemente fuerte para vencer la enfermedad, eventualmente podrás vencerla!" "Así que participé activamente en el tratamiento".
Voy a sacarme sangre. Entré en pánico. Debe ser doloroso. ¿Qué debo hacer? Mi madre me dijo: "¡Vamos!" ¡Yiyi! No dolerá, como la picadura de un mosquito, ¡así que adelante! "Sí, nada es difícil en el mundo, siempre y cuando haya una persona obstinada. Me levanté con valentía, avancé, pensando en las palabras de mi madre, y extendí la mano. Mirando la aguja fría insertada en mi vaso sanguíneo, y el rojo La sangre bombeaba dentro del tubo de cuero, estaba nervioso, pero no retrocedí para ser valiente, di un paso adelante
Me tumbé en la cama blanca del hospital, esperando que llegara la enfermera. De nuevo, estiré la mano obedientemente. La enfermera tomó la aguja, dudó y la insertó nuevamente, pero luego la sacó y la insertó nuevamente. La cara de la enfermera se puso roja como una manzana roja y se rindió. Me senté desesperada. Resultó que era una interna. Yo estaba sufriendo un dolor intenso. Otra enfermera experta se acercó, me puso la aguja y me vendó la aguja de infusión.
Finalmente llegó el día en que me dieron de alta del hospital. Sonreí cuando miré los 16 orificios que tenía en la mano, porque estos orificios no eran muy llamativos, pero sabía que eran medallas conmemorativas que volvían a ser testigos de mi valentía. ¡Y otra vez! ¡Cree que las dificultades están justo frente a nosotros y nunca retrocederemos si avanzamos con valentía! ¡El sol siempre está ahí después de la tormenta! ¡Todo saldrá bien!