La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos secundarios - ¿Cómo debería una maestra de jardín de infantes que es demasiado amable hacer que los niños sean obedientes?

¿Cómo debería una maestra de jardín de infantes que es demasiado amable hacer que los niños sean obedientes?

Para los maestros de jardín de infantes que son demasiado amables, aquí hay algunas maneras de ayudar a los niños a ser obedientes:

1. Tono gentil pero firme: use un tono gentil pero firme para comunicarse con sus hijos. Mantenga su voz firme y tranquila y exprese expectativas y reglas claras.

2. Reglas y expectativas claras: Asegúrese de que los niños sepan claramente qué es un comportamiento aceptable y qué es un comportamiento inaceptable. Establezca reglas y expectativas claras, como usar lemas o reglas simples para ayudar a los niños a recordar.

3. Cree reglas y protocolos viables: asegúrese de que las reglas y los protocolos sean apropiados para la edad y el nivel de desarrollo de su hijo. Haga que las reglas sean simples y específicas para que los niños puedan entenderlas y cumplirlas.

4. Establecer una buena relación con los niños: Establecer confianza y una buena relación con los niños, para que los niños se sientan respetados y comprendidos. Establecer interacción y comunicación con los niños, y escuchar sus opiniones y necesidades.

5. Recompensas e incentivos positivos: Utilice recompensas e incentivos positivos para animar a los niños a obedecer y seguir las reglas. Refuerce los comportamientos positivos dándoles elogios, elogios y recompensas.

6. Establezca límites claros: asegúrese de que los niños comprendan los límites y las consecuencias. Establecer claramente las consecuencias de la desobediencia e implementar medidas disciplinarias apropiadas cuando sea necesario.

7. Crear un ambiente de aprendizaje positivo: Crear un ambiente de aprendizaje positivo, seguro y cooperativo. Proporcione actividades y materiales que capten la atención de los niños y los animen a participar en el aprendizaje y la cooperación.

Es importante recordar que cada niño es un individuo único y requiere atención y enfoque individualizados. Comprenda las necesidades e intereses de cada niño y ajústelos y adáptese en consecuencia. Al mismo tiempo, mantener la cooperación y comunicación con otros educadores y padres para prestar atención al desarrollo y comportamiento de los niños.