La lluvia es como seda de araña pegajosa de color gris plateado, tejiéndose en una suave red que cubre todo el mundo otoñal. El cielo también está oscuro, como el tejado de una casa antigua cubierto de telas de araña. Las nubes grises en el cielo eran como polvo blanco desprendiéndose del techo. Todo parecía extremadamente aburrido bajo la cubierta de este viejo techo. Viejas vides de durián, moreras y uvas en el jardín. Todos representan la prosperidad del pasado verano, y ahora se han convertido en los restos de antiguos edificios romanos, temblando bajo la lluvia susurrante, recordando el glorioso pasado. El color de la hierba se ha vuelto de un amarillo melancólico y ya no se pueden encontrar flores frescas bajo tierra; los delicados narcisos plantados fuera de la pared del dormitorio bajaron la cabeza, con lágrimas en los ojos, lamentándose de tener tanta mala suerte de vivir allí. Dos días soleados, fue otro día lluvioso y mohoso. Solo queda el osmanthus de dulce aroma en la esquina, y las ramas han sido decoradas con unos cogollos tan preciosos como el oro, cuidadosamente escondidos bajo las hojas verdes ovaladas, revelando una pequeña esperanza de la germinación de una nueva vida.
00La lluvia caía silenciosamente, con sólo un leve sonido. La casa de color rojo anaranjado parece un viejo monje con una sotana brillante, con la cabeza gacha y los ojos cerrados, aceptando el bautismo de la lluvia. Los ladrillos rojos húmedos exudan la excitante sangre de cerdo, formando un fuerte contraste con las hojas verdes de laurel debajo de la pared. Los sapos grises saltan en el barro húmedo y mohoso; bajo la red gris de la lluvia otoñal, son lo único lleno de alegría y vida. El patrón moteado de color amarillo grisáceo en su espalda corresponde al cielo apagado a lo lejos, creando un tono armonioso. Saltó del nido de hierba al barro, midiendo el agua de color verde oscuro.
00La lluvia, como seda de araña pegajosa de color gris plateado, teje una suave red que cubre todo el mundo otoñal.