Cada año disminuye el número de alemanes que estudian en Alemania, pero aumenta el número de alemanes que regresan a Alemania.
Hace siete u ocho años, la televisión alemana lanzó una ola de "reality shows" sobre la inmigración en el extranjero, como "Adiós Alemania", "Vamos", etc., con nada menos que 20 programas. Según una encuesta realizada entonces por la encuestadora alemana Arensbach, uno de cada cinco alemanes quería emigrar. La mitad de los encuestados cree que "los países extranjeros son mejores que Alemania". En 2008, casi 160.000 alemanes emigraron al extranjero, la cifra más alta desde 1954. En aquel momento el periodista ya había despedido a muchos amigos alemanes en el aeropuerto. Las estadísticas muestran que aproximadamente 6.543.8003.000 personas regresan cada año a Alemania.
Cuando Christian llegó a Nueva York desde Alemania en 2005, la tasa de desempleo en Alemania llegaba al 11%. Muchas personas estaban desempleadas y perdieron su riqueza. Un instituto de investigación biológica de Nueva York le ofreció un puesto directivo. Sin ninguna consideración, su familia se mudó a Nueva York. Christian ya está de regreso en Alemania. Investigación en la Universidad Técnica de Munich. Dijo a los periodistas que el trato que Alemania da a personas como ellos no es peor que el de Estados Unidos. Más importante aún, el hardware y el entorno de investigación del instituto que está a punto de incorporar son más favorables que los de Estados Unidos y ponen más énfasis en los talentos de élite. Christian dijo sin rodeos que el entorno en Estados Unidos es cada vez más difícil para ellos, mientras que en Alemania ocurre todo lo contrario.
El regreso de Christian es uno de los resultados de un proyecto llamado "Regreso a Baviera" lanzado en los últimos años por el estado de Baviera, donde se encuentra Múnich. Un miembro del personal del proyecto dijo a los periodistas que estas personas se marcharon principalmente porque una serie de factores les hicieron perder la confianza en su país. El proyecto es tomar la iniciativa y brindarles una serie de ayudas para que se sientan a gusto.
Holtmann, académico de la Universidad Humboldt, dijo a los periodistas que la mayoría de los países del mundo que son capaces de inmigrar son personas bien educadas, que poseen habilidades avanzadas, pasión y sabiduría empresarial, o que tienen riqueza. Si no regresan a su tierra natal, significará una pérdida de capacidad intelectual y de riqueza para el país, y una pérdida de competitividad. Estos problemas irán surgiendo paulatinamente dentro de 20 años, lo que determinará el destino futuro de un país.