Los padres de estudiantes de primaria deberían cooperar mejor con las tareas de tutoría.
En primer lugar, debes determinar si tienes tiempo para dedicarlo a tu hijo. Ese es el punto.
Por mucho que lo intentes, si no le dedicas tiempo, todo es una tontería.
Aprender a aprender significa convertir el aprendizaje en un hábito. Desarrollar buenos hábitos es clave.
Tomemos como ejemplo los deberes. Sigues diciéndole que escriba más rápido. Si no escribe, no te dará comida ni te golpeará. No tiene sentido.
Debes guiarlo. Al igual que una farola, debes llegar temprano a él y guiarlo.
Deberías hacer los deberes con tus hijos. Tómate unos minutos para leer el texto que aprendió hoy. Luego déjelo escribir mientras juega.
Anímalo con cosas que le gusten. O seducirlo. La motivación es el punto de partida para la formación de hábitos.
Cuando escriba mal o no pueda escribir bien, no le regañes ni apuntes con su libro al profesor. es inútil.
Juega con él para estimular su autoestima.
Por ejemplo, las palabras nuevas están mal escritas. Bo se escribe como Bo. Tienes que hablar. Piénsalo. ¿Lo deletreaste mal?
¿Podemos seguir siendo amigos? ¿Has visto alguna vez a una persona colgada del ciprés de la puerta?
Bromear de él. Bromea con él. No te consideres un anciano. Déjalo recordar. Naturalmente, seguirá tu ejemplo.
Si tus padres no tienen este talento, entonces estudia mucho. ¿Qué quiere la vida que haga?
Preguntarte de forma proactiva. Deje que sus hijos confíen en usted. Lo que dices no sólo es útil, sino que también lo calma.
Señoras, no aprendan. No es que sea un chovinista. Nadie tiene esta habilidad excepto mi padre.