Los alumnos de primaria practican la escritura.
Hace algún tiempo, la escuela organizó una excursión de primavera para nosotros a Survival Island en Huairou. Antes de eso, escuché que Survival Island tiene muchas actividades interesantes. Soy una persona a la que le gusta la emoción y la aventura, por eso espero con ansias mi viaje a Survival Island.
Me tomó más de una hora tomar el autobús para llegar al destino, lo cual fue una gran prueba para mí, que ama el mareo. Cuando llegamos a nuestro destino, la primera actividad que realizamos fue escalar rocas.
“¡Vaya, qué alto!” Mirando el pico rocoso de 30 metros de altura, los estudiantes exclamaron al unísono. Sin embargo, puede ser que "los terneros recién nacidos no le tengan miedo a los tigres". Aunque el pico de la roca es extremadamente alto, los estudiantes se apresuran a escalarlo. Él y Li fueron los primeros en subir al escenario, pero no se atrevieron a subir demasiado, por lo que el entrenador tuvo que dejarlos ir. Los siguientes son Wei Hua y Zhang Junjie, dos atletas de nuestra clase. Estuvieron a la altura de las expectativas de todos y subieron a la cima de la roca después de un arduo trabajo.
Es mi turno de jugar. Tenía muchas ganas de intentarlo y estaba decidido a subir a la cima de la roca. Seguí subiendo. No sé cuánto tiempo pasó, pero una roca azul muy suave apareció sobre mi cabeza. Lo intenté varias veces pero todavía no pude pasar. En ese momento, no pude evitar mirar hacia abajo. No importa, me tiemblan las piernas. Resultó que estaba a casi 20 metros del suelo y mis compañeros parecían enanos. En ese momento, recordé lo que nos dijo la maestra, diciendo que al escalar una montaña, no mires hacia abajo, de lo contrario fácilmente tendrás miedo. No me atreví a buscar más. En ese momento, los estudiantes seguían gritando: "¡Lu, vamos!" Pensé que Wei Hua y Zhang Junjie al frente ya habían subido. No puedo perder contra ellos. Tengo que subir. En ese momento, el entrenador pareció entender mi mente y tiró con fuerza de la cuerda. Con su ayuda, trepé por la roca más difícil. Una vez superada esta dificultad, el resto se vuelve fácil. Subí a la cima de la montaña con todas mis fuerzas y toqué la campana de la victoria.
A través de este incidente, entiendo que cuando las personas encuentran dificultades, deben establecer la determinación y el coraje para superarlas. Muchas veces somos nosotros mismos los que necesitamos superarnos.