Poemas escritos por graduados de primaria elogiando a sus profesores de educación física o entrenadores de baloncesto.
Maestro, ¿cuántas veces lo he visto sudar profusamente en la cancha?
Dejar que los alumnos que se caen aprendan a levantarse por sí solos.
Nunca rendirse es el significado de enseñar baloncesto a los alumnos.
Siempre lo escucho y lo recuerdo en mi corazón.
Mis manos torpes no pueden meter la pelota,
Me animas a seguir intentándolo,
Cuando lo consiga, te alegrarás por mí.
Maestro, aunque pronto nos separaremos,
Tengo muchas ganas de contarte antes de irnos:
Los movimientos que enseñaste y lo que dijiste,
p>
¡Me los llevaré!
¡Gracias profesor!