La historia de la antigua ciudad del Templo de Baalshamin
Palmira está situada a 265.438+05 km al noreste de Damasco, Siria, y a 65.438+020 km al suroeste del río Éufrates. Fue una parada importante para las caravanas que viajaban por el desierto sirio y un importante centro comercial.
En el año 312 a.C., la dinastía seléucida la convirtió en ciudad autónoma.
En el siglo I d.C., el emperador romano Tiberio la hizo parte de las provincias sirias.
Durante los siglos I y III d.C., Palmira fue un importante centro de la Ruta de la Seda.
En el año 129 d.C., el emperador romano Adriano la convirtió en ciudad libre y la rebautizó como Palmira Adriana.
En el año 260 se convirtió en la capital del Reino de Palmira, y nació la famosa reina Zenobia (240-275).
En el año 272, el ejército del emperador romano Aureliano ocupó Palmira y destruyó el Reino de Palmira.
En los siglos IV-VII fue territorio del Imperio Bizantino.
En el año 634, los árabes comenzaron a gobernar la ciudad y sus alrededores.
Dos grandes terremotos en 1068 y 1089 dañaron gravemente la ciudad.
En el siglo XIII, la dinastía mameluca tomó el control de esta antigua ciudad.
Se convirtió en territorio del Imperio Otomano en 1516.
En 1751, un equipo arqueológico británico descubrió esta antigua ciudad olvidada por el mundo occidental y estudió su arquitectura por primera vez.
En 1980, Palmira fue catalogada como Patrimonio Cultural Mundial de las Naciones Unidas.
El 21 de mayo de 2065 de 438, la organización extremista "Estado Islámico" ocupó la antigua ciudad y comenzó a llevar a cabo actividades de sabotaje.
El 23 de agosto de 2015, la organización extremista "Estado Islámico" (EI) hizo estallar el Templo de Baal Shamin.