La Red de Conocimientos Pedagógicos - Aprendizaje de inglés - El niño tiene 1,5 años. ¿Con qué hábitos deberían empezar los padres?

El niño tiene 1,5 años. ¿Con qué hábitos deberían empezar los padres?

A partir del año y medio los padres pueden empezar a introducir algunos hábitos saludables y positivos. Los siguientes son algunos aspectos importantes:

1. Hábitos regulares de trabajo y descanso: ayude a los niños a desarrollar hábitos regulares de trabajo y descanso, incluidos horarios fijos para dormir y comer. Esto ayuda a mantener su estabilidad física y emocional y promueve su crecimiento y desarrollo.

2. Dieta saludable: Proporcionar a los niños una alimentación variada, equilibrada y nutritiva. Fomente la ingesta de frutas, verduras, cereales integrales y proteínas, y limite la ingesta de alimentos elevados en azúcar, sal y alimentos procesados.

3. Hábitos de higiene diaria: Enseñar a los niños hábitos correctos de higiene personal, como cepillarse los dientes, lavarse las manos, lavar verduras y frutas, etc. Anímelos a desarrollar buenos hábitos de higiene y dé el ejemplo.

4. Exploración e interacción: Anima a los niños a aprender a través de la exploración, el tacto y la interacción. Bríndeles un espacio seguro e independiente, y trate de proporcionarle variedad de juguetes y materiales para favorecer su desarrollo sensorial y cognitivo.

5. Hábitos de lectura: empezar a cultivar el interés de los niños por la lectura y proporcionarles libros, libros ilustrados y música adecuados para su edad. Lea con ellos todos los días y anímelos a participar en la discusión y la interacción dentro de la historia.

6. Habilidades sociales: Ayude a los niños a desarrollar habilidades sociales, como interactuar, compartir y cooperar con los demás. Haga arreglos para que jueguen e interactúen con niños de su misma edad, enséñeles a respetar a los demás y a cultivar un comportamiento amistoso.

7. Tiempo cálido entre padres e hijos: brinde a los niños un tiempo cálido entre padres e hijos y participe en actividades significativas con ellos, como juegos, picnics o actividades al aire libre. Esto ayuda a fortalecer la relación entre padres e hijos y promueve su desarrollo emocional.

Recuerda que cada niño se desarrolla a su propio ritmo y necesidades, y algunos hábitos pueden tardar más en desarrollarse. A la hora de guiar los hábitos, la paciencia, la perseverancia y la preocupación por las diferencias individuales de los niños son clave.