La Red de Conocimientos Pedagógicos - Aprendizaje de inglés - La composición "Mi pequeño secreto" para el segundo grado de la escuela primaria tiene aproximadamente 200 palabras.

La composición "Mi pequeño secreto" para el segundo grado de la escuela primaria tiene aproximadamente 200 palabras.

Todo el mundo tiene un pequeño secreto. Adivina, ¿cuál es mi secreto?

Un día vine a cenar a casa de mi abuela. Le dije en voz baja: "Tengo un pequeño secreto. Te lo contaré más tarde". Se tomó el tiempo para terminar un plato de arroz con pepinillos de una sola vez. Ella corrió hacia mí y me dijo: "¿Puedes decírmelo?". Fingí hablar en serio y dije: "Bebe este vaso de agua". Escuché "¡Plop! ¡Oye!", El agua desapareció. Le conté mi secreto: ¡elegí representar a la clase de inglés!

Ella me sonrió y mi corazón se llenó de alegría.

Capítulo 2: Mi pequeño secreto

Tengo un pequeño secreto. Esto sucedió en Nochebuena.

Escuché que Papá Noel vino a darme regalos, así que solo quería ver a Papá Noel. A altas horas de la noche, mientras fingía dormir, de repente vi dos figuras. Pensé para mis adentros: ¡Nunca había oído que Papá Noel tuviera esposa! ¿Por qué hay mujeres? Me levanté silenciosamente. Para mi sorpresa, Santa y su “esposa” resultaron ser mamá y papá. Están poniendo regalos en calcetines. Rápidamente me fui a la cama, pensando: Quiero ocultar este secreto a mis padres y tratar de que no lo sepan.

Este asunto se convertirá en un secreto permanente para padre y madre.

Capítulo 3: Mi pequeño secreto

Cada vez que pienso en esto, no puedo evitar reírme.

Ese día tuve mucha tos. Mi papá me llevó al médico. Cuando llegué al hospital, el médico me pidió que no comiera fruta por el momento, pero simplemente no le hice caso. Cuando llegué a casa, mi madre fue a tender la ropa y mi padre estaba viendo la televisión. Fue aquí donde me escabullí de la habitación, cogí una gran manzana roja a la velocidad de un conejo y corrí de regreso a la habitación sintiéndome como un ladrón. Me comí la manzana rápidamente. Mi madre regresó y pidió algunas manzanas. Cuando las estaba encendiendo, sintió que faltaba una, así que rápidamente me llamó y me preguntó si era la manzana que comí. Tenía las manos frías y dije vacilante: No, soy yo. Dije que mi madre no volvió a preguntar: "¡Uf! ¡La gran piedra de mi corazón finalmente cayó!", Susurré.

¡No le conté a nadie sobre esto! ¡Mantenlo en secreto para mí!

Capítulo 4: Mi pequeño secreto

Siempre he tenido un pequeño secreto en mi corazón: ¡solo quiero tener una computadora propia!

¡Pero mis padres siempre decían que yo era demasiado joven para tener una computadora y que debían esperar hasta que fuera mayor para comprar una! Pero ahora estoy en quinto grado. Después de tres años, todavía no tengo una computadora propia...

Cada fin de semana, después de terminar mis tareas, siempre me aburro y quiero jugar. en la computadora. A veces me pregunto si la comida de mi granja QQ ha sido robada por otros, si el profesor todavía está en línea a estas horas, si todos los estudiantes están jugando juegos de computadora...

Tengo muchas ganas de hacerlo. Tengo una computadora, pero no sé cuándo este deseo se hará realidad.

Hoy cuento mi pequeño secreto en mi corazón, esperando que mis padres puedan ayudarme a darme cuenta.

Capítulo 5: Mi pequeño secreto

Tengo frente grande, ojos redondos, nariz puntiaguda y figura regordeta. Parezco fuerte y a veces tranquilo. Me concentro en hacer una cosa y, a veces, me pongo traviesa. El siguiente soy yo, Hu Yang.

De hecho, aunque soy mayor, siempre he guardado un "pequeño secreto" en mi corazón, es decir, tengo especial miedo a los animales pequeños como perros y gatos. Hay una historia. Una vez fui a casa de mi abuela a jugar. Tan pronto como entré por la puerta, vi a un tío sosteniendo un lindo cachorro. También corrí a jugar con el cachorro. Jugué con el cachorro durante mucho tiempo. Tenía sed y fui a buscar agua. Cuando salí, el cachorro ya estaba loco, persiguiéndome y mordiéndome. La abuela escuchó mi grito, salió corriendo con una escoba y alejó al perro a golpes. Más tarde, mi abuela me dijo que ya no jugara más con perros. Si me mordiera uno, no sólo me dolería, sino que también me infectaría con una enfermedad infecciosa.

Después de este incidente, comencé a tener especial miedo de los perros y gatos. ¡Éste es el "pequeño secreto" de mi corazón!