La composición de la experiencia de aprendizaje del Día Nacional de los estudiantes de primaria
Yo era una niña que no prestaba atención a la seguridad, pero después de sufrir una intoxicación por monóxido de carbono, sentí la importancia de la vida.
Ese día, olvidé abrir la ventana y el extractor de aire cuando me duché. Canté mientras me duchaba. Cuanto más me lavo, más cómoda me siento. Ni siquiera sentí el humo y la niebla llenando la habitación. Después de un rato, mi padre me pidió que me duchara afuera de la puerta y no pude evitar salir del baño. Cuando uso ropa interior, me siento mareado y no parezco tener energía para vestirme. Me vestí apresuradamente y di unos pasos. Cuando llegué al refrigerador, mis extremidades se debilitaron y me desplomé en el suelo. Ni siquiera sabía que mi mamá me pidió que usara un abrigo para poder ir al hospital. Toda la persona estaba somnolienta e inconsciente. Papá me recogió apresuradamente y llamó a un triciclo. De camino al hospital, mi padre seguía pidiéndome que abriera la boca, respirara y pellizcara mis puntos de acupuntura... Unos diez minutos después, abrí mis párpados pesados y vi vagamente a mis padres a mi lado y a la hermana enfermera. Me estaba dando infusiones y oxígeno. El médico vio que me despertaba lentamente y me dijo que era una intoxicación por monóxido de carbono. Si no lo hubiera rescatado temprano, habría perdido la vida. Estaba tan asustado que comencé a sudar frío y pensé: si me quedaba en la bañera otros diez minutos, las consecuencias serían desastrosas. De ahora en adelante, nunca ignoraré la importancia de la seguridad.
Estudiantes, cuiden sus vidas y no lo olviden: ¡la seguridad es vida!