La eficacia y función del espino
Contraindicaciones del espino
El espino no es apto para comer con hígado de cerdo. El espino es rico en vitamina C y el hígado de cerdo contiene oligoelementos como cobre, hierro y zinc. Comer los dos juntos acelera la oxidación de la vitamina C y reduce su valor nutricional. Por tanto, el espino no es apto para consumirlo con hígado de cerdo.
El espino y las frutas y verduras que contienen enzimas descomponedoras de vitamina C no deben consumirse juntos. Los pepinos, las calabazas, las zanahorias y otras frutas y verduras contienen enzimas que degradan la vitamina C. Comer junto con espino destruirá la vitamina C del espino y reducirá su valor nutricional, por lo que no es adecuado comerlo junto.
El espino blanco y el marisco no se deben comer juntos. Los mariscos son ricos en calcio, hierro, carbono, yodo, proteínas y otros minerales, mientras que el espino contiene ácido tánico. Si se come junto con mariscos, se sintetizará proteína de ácido tánico, provocando estreñimiento, náuseas, vómitos, dolor abdominal y otros síntomas, por lo que no es apto para comer juntos.
El espino es similar a la vitamina K3. La vitamina K3 es un agente hemostático, mientras que el espino es un agente activador de la sangre. Su vitamina C no favorece el efecto hemostático de la vitamina K3.
Los niños durante el periodo de dentición no deben comer demasiado espino. El espino puede dañar los dientes y tener un impacto negativo en el crecimiento y desarrollo de los dientes de los niños.
El espino puede favorecer la contracción uterina en la mujer. Las mujeres embarazadas que comen demasiado espino pueden provocar un aborto espontáneo, por lo que no deben comer demasiado.