La leyenda de 2008
En la antigua China, había un monstruo llamado "Nian". Su cabeza era larga y puntiaguda, y era extremadamente feroz. Años en las profundidades del mar. Cada Nochevieja, sube a tierra para devorar ganado y matar gente. Por eso, cada Nochevieja, la gente ayuda a viejos y jóvenes y huye a las montañas para evitar los daños del Año Nuevo.
Cada Nochevieja, los aldeanos están ocupados haciendo las maletas y huyendo a las montañas. En ese momento, un anciano de cabello gris llegó al este de la aldea y le dijo a una anciana que mientras se quedara en su casa por una noche, podría ahuyentar a la bestia Nian. La anciana le aconsejó que evitara la montaña. El anciano insistió en quedarse, por lo que la gente no tuvo más remedio que subir a la montaña para escapar.
Cuando la bestia estaba a punto de precipitarse hacia el pueblo y dañar a la gente como en años anteriores, de repente apareció un anciano de pelo gris y encendió fuertes petardos. La bestia Nian estaba temblando por todas partes y no se atrevía a avanzar. Resulta que Nian le tiene más miedo al rojo, al fuego y a las explosiones. En ese momento, cuando la puerta se abrió de par en par, vi a un anciano vestido con una túnica roja sonriendo. La Bestia Nian se asustó, cambió de color y huyó presa del pánico.
Desde entonces, cada Nochevieja, cada hogar coloca coplas rojas, enciende petardos y todos los hogares están muy iluminados. Esta costumbre se ha extendido cada vez más y se ha convertido en la fiesta tradicional más solemne de China.