¿Qué debo hacer si mis alumnos de primaria no quieren ir a la escuela? ¿Qué deben hacer los padres?
En primer lugar, debe comprender la razón por la que el niño tiene esta idea. Vea si el niño no está contento con sus compañeros de clase, no puede seguir el ritmo de sus estudios o simplemente tiene demasiada tarea. se siente cansado. Sólo aclarando las razones por las que sus hijos no quieren ir a la escuela podrán los padres tomar las medidas adecuadas, cuidar bien de sus hijos y reavivar el interés de sus hijos por ir a la escuela.
Por supuesto, durante este periodo los padres pueden pedir un permiso para sus hijos, que puede ser de una semana o medio mes, según la situación concreta, para que los niños puedan adaptar bien sus emociones, y luego, antes de que los niños regresen a la escuela, compre algunos útiles escolares para su hijo, como una mochila escolar que le guste mucho, para mantenerlo en un buen estado mental.
No golpear ni regañar
Está prohibido que los padres actúen cuando sus hijos dicen que no quieren ir a la escuela, o criticar a sus hijos sin motivo alguno. . Ya sabes, los padres no solo se alejarán cada vez más de sus hijos, sino que también despertarán la psicología rebelde de sus hijos, haciéndolos cada vez más disgustados por ir a la escuela. Por eso, ante esta situación, los padres primero deben asegurarse de tener una buena actitud.
Comprende el estrés de tu hijo.
Al igual que ir a trabajar, los adultos en ocasiones tienen la idea de no tener que ir a trabajar, y mucho menos los niños. Además, la mayoría de las tareas de aprendizaje hoy en día son muy pesadas y los padres necesitan comprender mejor a sus hijos. Cuando hable con su hijo, trate de estar en pie de igualdad con él. En lugar de simplemente culparlos, debes guiarlos correctamente y decirles cuál es el propósito del aprendizaje. Aprender no es para cualquiera, sino para que tu propio futuro sea más fácil y mejor.
Comunicarse con el maestro
Además, no basta con escuchar las palabras unilaterales del niño, porque el niño puede tener algo que ocultar, por lo que los padres pueden querer comunicarse. con el maestro del niño para ver si le está yendo bien. ¿Le pasó algo a la escuela? Sólo abriendo completamente el corazón del niño se podrá reavivar su entusiasmo por aprender.