Se han hecho públicas las identidades de las tres víctimas en Pakistán. ¿Quiénes son? ¿Qué logros se han alcanzado?
Después de una investigación preliminar, la policía de Karachi informó que entre las cuatro personas muertas, a excepción de un conductor local, las otras tres eran personal del Instituto Confucio de la Universidad de Karachi y el personal de la Embajada de China en. Pakistán también confirmó la autenticidad de esta noticia. Uno de los tres es el director del Instituto Confucio.
Han sido identificadas las tres personas muertas en la explosión. El primero es Huang Guiping, presidente chino del Instituto Confucio de la Universidad de Karachi de la Universidad Normal de Sichuan, y los otros dos son el maestro público Ding, un voluntario y un maestro público herido. Tras conocer la noticia, la Universidad Normal de Sichuan exigió que Pakistán investigara la verdad y castigara severamente al asesino.
Huang Guiping, el director del Instituto Confucio, es muy amable. Mucha gente viene aquí para escuchar sus clases. Ama mucho este negocio. Esta es la segunda vez que trabaja en Pakistán. También tiene otra identidad, subdirector del Departamento de Cooperación e Intercambio Internacional de la Universidad Normal de Sichuan.
Ding era profesor en la Universidad Normal de Sichuan antes de su muerte. Trabajó duro durante su mandato. Debido a su destacada labor y rica experiencia, fue enviado a enseñar en el Instituto Confucio de la Universidad de Karachi en Pakistán. Otra víctima, Chen Sai, se graduó de la Escuela de Artes Liberales de la Universidad Normal de Sichuan con una maestría en Enseñanza de chino para hablantes de otros idiomas. Es voluntario en el Instituto Confucio de la Universidad de Karachi.
Desafortunadamente, estos tres destacados talentos perdieron la vida en un país extranjero. Mucha gente siente mucha pena por ellos. El accidente llamó mucho la atención. Se espera que Pakistán descubra la verdad del asunto lo antes posible, haga justicia a las víctimas y sus familias y permita que los sospechosos de delitos reciban el castigo que merecen.