Métodos de primeros auxilios para niños con trauma
Si el niño sólo tiene heridas leves, como rasguños y hematomas, los padres pueden tratarlos en casa.
1. Mortal
Es común que los niños tengan hematomas por caídas o colisiones. Esta es una decoloración de la piel causada por sangrado debajo de la piel, que forma protuberancias en la superficie de la piel.
Tratamiento: Los hematomas suelen curarse solos. Hay medidas que los padres pueden tomar para ayudar a sus hijos a reducir el dolor o la hinchazón. Dentro de las 24 horas posteriores a la lesión, aplique una bolsa de hielo en el área afectada cada 15 minutos. Si su hijo tiene raspaduras graves o dolor persistente, puede tomar antipiréticos y analgésicos como paracetamol bajo la supervisión de un médico.
Rascarse
Los niños suelen rascarse la piel al caer, y algunos incluso pueden sangrar ligeramente, lo que se llama abrasiones.
Tratamiento: Si tu hijo tiene raspaduras en las rodillas o los codos, enjuaga suavemente la zona lesionada con agua y utiliza un jabón suave para eliminar la suciedad. Si tiene yodo en casa, puede utilizarlo para desinfectar. No utilice alcohol ni yodo, ya que le picará. Puedes poner temporalmente una curita sobre la herida para detener el sangrado. Si la herida aún no se puede limpiar después de unos minutos, o si hay signos de sangrado o infección (congestión, hinchazón, supuración), busque atención médica de inmediato.
Paso 3: Desgarro
La laceración de un niño se manifiesta como sangrado de una herida en la piel o de una incisión profunda.
Medidas de tratamiento: Cuando un niño tiene una laceración, primero debe detener el sangrado, usar una gasa esterilizada para presionar la herida para detener el sangrado, luego lavar la herida con agua y jabón, aplicar ungüento antibiótico y luego cubra la herida con una curita.
Herida de arma blanca
Un agujero pequeño y profundo en la piel que puede sangrar ligeramente.
Tratamiento: Este tipo de heridas son más susceptibles a la infección porque son pequeñas y profundas pero no sangran mucho para eliminar las bacterias. Por lo tanto, si un niño es apuñalado, lávelo inmediatamente con agua tibia y jabón. Quienes no hayan sido vacunados contra la difteria, el tétanos y la tos ferina deben vacunarse contra el tétanos si es necesario.
5. Incrustación de cuerpos extraños
Cuando los niños juegan, a veces perforan accidentalmente astillas de madera, fragmentos de vidrio, suciedad, residuos y otros cuerpos extraños en la piel y los dejan en la piel.
Método de tratamiento: Utilice pinzas esterilizadas para retirar con cuidado el cuerpo extraño de la herida, luego limpie la herida con agua limpia y luego aplique una pomada antibiótica. Si el objeto extraño está profundamente incrustado y no se puede extraer en casa, se debe llevar al niño al hospital para recibir tratamiento. Si el objeto extraño es relativamente grueso (como una rama), no lo saque usted mismo ni presione la herida directamente. Lleve a su hijo al hospital de inmediato y el médico le administrará el tratamiento adecuado.
Prevención
(1) No dejar que los niños jueguen con cuchillas y cuchillos. Los cuchillos y tijeras deben almacenarse adecuadamente para evitar lesiones accidentales con objetos afilados.
(2) Se deben tomar medidas de protección de seguridad para muebles y partes salientes en las esquinas de la casa. Las puertas, ventanas y escaleras están equipadas con vallas protectoras de madera.
(3) Proporcionar educación sobre seguridad vial a niños mayores y evitar cruzar imprudentemente. Los niños que monten bicicletas para adultos deben instalar cubiertas protectoras fuera de las llantas de acero.
(4) Los niños con antecedentes de subluxación de la cabeza radial deben evitar estirar las extremidades superiores.
Conclusión: Lo anterior es conocimiento relevante sobre cómo afrontar el trauma. A través de la introducción anterior, creo que todos ya conocen los métodos de primeros auxilios para el trauma infantil y cómo hacerlo. Sin embargo, aunque existen métodos de primeros auxilios correspondientes, la atención sigue estando en la prevención y en evitar en la medida de lo posible traumatismos para los niños.