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Ensayos sobre compañeros de cuarto en dormitorios

Un día, mi compañero de cuarto escribió esta frase: El camino es largo, caminemos despacio. Hablemos de ello de forma sencilla.

La primera vez que vi esta frase me emocioné. Me sentí muy reconfortante en ese momento. Si alguien puede acompañarme en el camino en el futuro, no me sentiré solo. Debido a que crecí con mi familia que me amaba y cuidaba, tenía mucho miedo de estar sola. Sin embargo, más tarde me di cuenta de que la soledad era lo que permanecía conmigo por más tiempo.

El tiempo siempre puede cambiar personas o cosas que no queremos cambiar. En el futuro, los amigos se irán, los compañeros de clase se irán e incluso los familiares se irán. Cuando estamos juntos, la separación es permanente. Hubo un momento en el que quería que mis amigos y mi familia estuvieran conmigo para siempre. Tengo demasiado miedo de estar solo. Pero el tiempo me ha enseñado que nada dura para siempre y la palabra "para siempre" en sí misma no es realista. Recuerdo que cuando era niño siempre les decía a mis compañeros en un tono muy inmaduro: "Fuimos juntos al colegio y siempre seremos buenos amigos. Si tenemos algo para comer, comeremos juntos, si tenemos algo para comer, comeremos juntos". Bebemos, beberemos juntos y nunca nos separaremos. Ahora que lo pienso, siempre seremos buenos amigos. Esta palabra es la más infantil y hermosa del mundo. Sólo usa esta palabra.

He ido caminando por el camino de la vida, pero siempre llega un punto en el que ya es demasiado tarde. En nuestra vida siempre habrá momentos en los que será demasiado tarde, al igual que antes de que tengamos tiempo para pasar tiempo con nuestra familia, su familia nos ha dejado para siempre. Así como cuando no estamos preparados para estudiar y vivir solos en la escuela, tenemos que aceptar el día en que vivamos solos en casa. Muchas veces siempre llegamos un poco tarde, pero resulta que ya es demasiado tarde. Pienso en mi primer año en la escuela. Fue un año frustrante y doloroso. Como no he tenido tiempo de aprender a disfrutar la soledad, la soledad siempre ha estado conmigo. Comer solo, asistir a clases solo y estudiar solo. Cada uno tiene sus propias cosas que hacer. No hay forma de volver a la época en la que siempre había gente alrededor.

Lo dejo ir porque lo sé. Después de decir adiós a la era ingenua, comprendimos verdaderamente la verdadera naturaleza de la vida y poco a poco dejamos de lado nuestra terquedad, ideas ingenuas y algunas obsesiones del pasado. Ya no rechazamos ciegamente la soledad como antes, ni tenemos que obtener algo que no sea tan importante como antes. Cuando lo soltemos, nuestro corazón se liberará y regresaremos a un estado de paz interior e indiferencia, saborearemos lentamente la vida, observaremos los cambios en el mundo, escucharemos los sonidos de todo en el mundo y entonces encontraremos que todo está bien.

El tiempo es muy largo, debemos aprender a darle la mano. El tiempo siempre nos insta a crecer y envejecer. No podemos resistirnos a semejante avalancha, pero el tiempo también nos trae algo más. Así como el tiempo, nos hará sensatos y comprenderemos cosas que antes no entendíamos; el tiempo nos hará aprender a valorarlo todo; el tiempo nos hará aprender a disfrutar cada día de soledad; Pensándolo así, el tiempo también es bueno y no tan malo como pensamos. Mientras todavía tengamos tiempo, trátalo bien y no te quejes de lo cruel que es el tiempo con nosotros. De hecho, cuando pensamos, nunca es el tiempo, sino nosotros mismos.

La juventud se acaba en un abrir y cerrar de ojos. ¿Todavía sentimos que no somos lo suficientemente voluntariosos? ¿Seguimos pensando que este tipo de juventud es demasiado aburrida? ¿Seguimos pensando que la juventud no debería acabar así? Sí, la juventud se acaba antes de que podamos hacer algo. También nos precipitaremos hacia la mediana edad y la vejez, y luego lentamente nos retiraremos del papel de pilar, nos mantendremos a un lado en la oscuridad y nos convertiremos en una persona ociosa. Ese día llegará. Antes de que llegue este día, nos basta con hacer lo que debemos y lo que queremos hacer. Muchas veces no podemos cambiar nada, por lo que podemos aceptarlo y afrontarlo con calma, sin miedo, tristeza ni alegría.

El mundo está en constante cambio, pero nuestro ritmo nunca se detiene. El camino hacia el futuro todavía exige que vayamos paso a paso. Basta este largo camino, acompañado de soledad, tiempo y juventud perdida. En el futuro, dónde estamos y a qué nos enfrentamos, gracias a estos compañeros, todos podremos vivir bien.