Poesía y prosa del amante perfecto
Te aprecio mucho.
En un día soleado,
Me senté en el asiento de la ventana,
pero descubrí que no había luz del sol.
¿Hace cuánto que te conozco? ¿Qué pasó?
No sé cuándo empezó.
Me gusta sentarme frente a la ventana en los días de lluvia y extrañarte un poco.
No sé si ahora eres igual que yo.
Como dijiste que te gustaba el gran árbol frente a tu casa bajo la lluvia,
respondí feliz en ese momento, y yo también.
A veces, en una noche soleada de verano,
Me subo al tejado,
buscando la luz de la noche.
Desafortunadamente, y muy lamentablemente,
al final me traicionaste.
Sin embargo, a ti también te falta algo.
Quizás nunca hayas pensado que te quiero tanto,
Así que, por tanto,
Nunca te permitas pertenecer a los demás.
Quizás nunca hayas pensado que
en tu caramelo macchiato favorito,
está mi creación cuidadosamente preparada.
Incoloro e inodoro, no afecta en absoluto al sabor.
Después de beberlo no habrá dolor ni gemidos.
Solo dormiré maravillosamente todo el tiempo.
Cuando te vayas, nunca conocerás tu cara,
Labios rojos, piel clara, pelo largo y negro colgando de tus orejas.
Mira, siempre eres mía,
Mi más querida y perfecta amante.