¿Qué edad tiene un niño para ir al jardín de infantes? ¿Es necesario empezar temprano el turno de mañana?
Al entrar en la guardería, los niños inevitablemente se encontrarán con una especie de ansiedad por separación. Cómo ayudar a los niños a superar con éxito esta etapa requiere que los padres preparen el terreno con antelación. El método de mi familia es darles a los niños un período de educación temprana por adelantado y darles una etapa de transición. Tres meses antes de ingresar al jardín de infantes, elegimos una institución de educación infantil cercana y estudiamos durante una hora cada vez para ayudar a los niños a adaptarse a enfrentarse solos a extraños. A partir de este momento los padres podrán sentarse fuera del aula para acompañar a sus hijos y que estos puedan adaptarse con tranquilidad. Después de una semana o dos, después de que los niños se hayan adaptado a situaciones en las que necesitan enfrentarse solos al mundo exterior, se puede ampliar poco a poco el tiempo que los padres dejan de ver a sus hijos.
Personalmente, creo que esta transición es como un amortiguador y es necesaria para los niños. Además de enfrentarse solo al mundo exterior, también existe la necesidad de aprender a respetar las reglas. En casa, los padres de personas mayores no restringirán demasiado a sus hijos, pero en la escuela se debe observar la disciplina en el aula. Aprender pequeñas lecciones de antemano también es una forma de que los niños se adapten del desorden al orden. En cuanto a qué enseñar en los primeros años, depende de los intereses del niño y no debe forzarse. En realidad, no existe una norma específica para esto y debe considerarse de manera integral en función de la situación del niño y las circunstancias familiares. Si realmente no hay nadie en casa que cuide al niño, es mejor enviarlo a una guardería. Mi amiga dio a luz a su segundo hijo durante el Año Nuevo chino. La mayor es una niña de apenas dos años y ocho meses. Al principio, mi amiga no quería que su hijo fuera al jardín de infantes tan temprano, pero después de dar a luz a su segundo hijo, descubrió que realmente no tenía tiempo para pasar con su hijo mayor. La familia estaba al límite de su capacidad para cuidar de un segundo hijo. El hijo mayor se sentía solo y no tenía con quién jugar, así que decidió enviarlo al jardín de infancia. A este niño también le encanta el jardín de infancia. Ella sintió que su decisión era la correcta.