La Red de Conocimientos Pedagógicos - Educación de postgrado - ¿Qué pasa con la gente ingenua? Parece importante educarlos desde una edad temprana.

¿Qué pasa con la gente ingenua? Parece importante educarlos desde una edad temprana.

Aquí hay 60 maneras de ayudarte. .......

1. Crear un buen ambiente de vida para los niños.

2. Ser un buen modelo a seguir para el crecimiento de los niños durante toda la vida.

3. Dejar de dar aires a los padres y tratar a sus hijos por igual.

4. Confía en tus hijos y sé su buen amigo.

5. Trate siempre a los niños con gentileza.

6. Ábrete a tus hijos.

7. Coméntalo todo con tus hijos.

8. Comparte alegrías y tristezas con tus hijos.

9. Presta atención al tono de voz al hablar con tus hijos.

Mientras los padres están ocupados ganándose la vida, deben tomarse el tiempo para aprender más sobre sus hijos, comunicarse más con ellos, las niñeras y los maestros, y tratar de comprender completamente el desempeño de sus hijos en la escuela y en el hogar. Cuanto más sepa, menos malentendidos tendrá. De esta forma, una vez que el niño sea realmente desobediente, sabrá mejor cómo guiarlo.

10. Animar a los niños a expresar sus pensamientos internos.

11. Escuche el significado oculto del niño.

12. No hables a tus hijos en tono autoritario.

13. Respetar los secretos y la privacidad de los niños.

14. Respetar los intereses personales de los niños.

15. Respetar los ideales y aspiraciones de los niños.

16. Respetar los deseos e ideas de los niños.

Algunos padres suelen establecer estándares para sus hijos que ellos no pueden alcanzar. Ya sabes, es normal que los niños sean activos, testarudos y olvidadizos cuando aún son pequeños. Si los padres realmente quieren exigir a sus hijos, también deben considerar el crecimiento de sus hijos y no siempre mirar su desempeño con lupa.

17. Respetar los derechos de los niños.

18. Respetar la dignidad personal del niño.

19. Respeta a los amigos de tus hijos.

20. Descubrir y amplificar las fortalezas de los niños.

21. Nunca digas palabras hirientes a tus hijos.

No regañes delante de tus hijos.

24. Mirar el problema desde la perspectiva del niño.

25. Utilizar la comunicación para adentrarse en el mundo interior de los niños.

26. Cuando te comuniques con tus hijos, escucha más y habla menos.

28. No culpes a tus hijos en tono autoritario.

29. Ser considerado con los niños desde los detalles de la vida.

30. Que los niños sientan un amor profundo.

31. Tolerar los errores de los niños.

32. Tolerar las carencias de los niños.

33. Comprende el mal carácter de tu hijo.

34. Pasa más tiempo con tus hijos.

35. No pongas grandes expectativas en tus hijos.

36. No actúes como “supervisor” de tus hijos.

37. Dejar que los niños tomen sus propias decisiones.

38. Dale tiempo libre a tus hijos.

39. No conviertas tu casa en un aula rígida.

40. Dar a los niños espacio para desarrollarse libremente.

41. Permitir que los niños pierdan los estribos.

42. No te apresures a corregir el “comportamiento excesivo” de tus hijos.

43. No compitas con niños rebeldes.

44. Nunca utilizar castigos corporales en los niños.

45. No trates a tus hijos de forma brusca y arbitraria.

Aquellos niños que han sido golpeados y regañados ya no pueden ver las cicatrices en sus cuerpos a medida que crecen. Pero en sus corazones todavía quedan rastros de los golpes que recibieron cuando eran niños. La consecuencia es que no tienen confianza en sí mismos y sienten un inexplicable sentimiento de culpa. Esta culpa puede manifestarse de diferentes maneras: personalidad combativa, dificultad para llevarse bien con los demás o ser irresponsable en el trabajo.

Aprecia el esfuerzo y la diligencia de tus hijos.

47. Elogia a tus hijos prontamente.

48. Recompensas y castigos razonables para los niños.

49. Elogia a tu hijo delante de los demás.

50. Utilizar elogios para resaltar las deficiencias de los niños.

51, afirman la “rebelión” del niño.

52. No amenazar a los niños.

53. Incentivar a los niños de forma oportuna y flexible.

54. Reconocer y valorar los puntos brillantes de los niños.

55. No culpes ciegamente a tus hijos.

56. No hagas predicciones negativas sobre tus hijos.

57. No compares a tus hijos con los demás.

58. Más orientación, menos control.

59. Utiliza pequeñas notas para comunicarte con tus hijos.

60. No impongas condiciones duras a tus hijos.