El niño es demasiado obediente, ¿vale?
En este caso, el niño sólo sabe actuar según las ideas y palabras de los padres, sin tener ideas propias, lo que no favorece la independencia del niño. Además, este tipo de niño será más dependiente que los niños comunes y no podrá manejar algunas cosas inesperadas en absoluto.
En la mente de la mayoría de los padres, los niños obedientes son buenos niños. Debido a que la forma en que educan a sus hijos es completamente disciplinaria, esperan que sus hijos actúen de acuerdo con sus propias ideas y que las obedezcan completamente.
En este caso será mucho más fácil cuidar a los niños y no habrá emergencias. Todo estará bajo el control de los padres y no hay necesidad de preocuparse de que sus hijos se resistan a sus deseos.
Si un niño es demasiado obediente, es fácil para los padres disciplinarlo primero. Esta es la única ventaja. Pero además, el hecho de que los niños sean demasiado obedientes tiene muchas desventajas.
Los niños que crecen en este entorno no saben lo que es la ira y la refutación. Suelen escuchar únicamente las opiniones de sus padres y consideran sus palabras como reglas completamente correctas. Incluso si hay algo malo en lo que dicen los padres, no lo apoyarán. En cambio, harán las cosas con una forma de pensar equivocada, incluso si resultan heridos.