Las parejas son bendecidas por muchos practicantes.
El encuentro entre marido y mujer en esta vida es una competición y una práctica mutua. No es que tú me cambies o que yo te cambie, sino que cambiemos juntos, sabiendo que tú no tienes que cambiarme, y yo no tengo que cambiarte, ¡para que seamos felices juntos!
¡Es una bendición para el niño si uno de los esposos comienza a estudiar; será una bendición si tanto el esposo como la esposa pueden practicar juntos! El marido y la mujer suelen tener puntos de vista diferentes a la hora de educar a sus hijos, lo que puede intensificar los conflictos familiares. Las diferencias entre marido y mujer en cuestiones de educación no son una cuestión de quién tiene razón o quién no, sino una cuestión de elección.
La razón por la que la mayoría de las parejas tienen diferentes puntos de vista sobre la educación es que cuando buscan pareja, siempre buscan a alguien que los complemente, por lo que las opiniones sobre personalidad y educación son propensas a conflictos. Porque el carácter y la perspectiva educativa de la pareja provienen inevitablemente de sus padres. No sólo las parejas tienen diferentes puntos de vista sobre la educación, sino que los abuelos de los niños también tienen diferentes puntos de vista sobre la educación, porque ellos también tienen sus propias familias de origen.
Así que tanto el marido como la mujer e incluso toda la familia necesitan aprender juntos. No cabe duda de que el objetivo de todos es el mismo, la felicidad del niño. Si una familia puede llegar a un consenso sobre la educación a través del aprendizaje, habrá menos conflictos en la educación y los niños serán "bendecidos" por ello.
Si realmente amas a tus hijos, deja de lado tu terquedad, estudia mucho con una taza vacía, crece y brinda a tus hijos un mañana mejor.