¿Cómo evalúas la frase "los dormitorios deben ser un lugar para dormir, no un lugar para socializar"?
Es cierto que se supone que los dormitorios son lugares para dormir. Guardar silencio cuando otros descansan es el requisito más básico. El dormitorio es un lugar importante en la vida de los estudiantes universitarios. Además de asistir a clases en el aula, casi todos los estudiantes universitarios pasan la mayor parte del resto de su tiempo en el dormitorio, y los compañeros de cuarto son las personas con las que nos enfrentamos a menudo. Entrar en la universidad equivale a entrar en la sociedad con un pie. Si queremos aprender a madurar, entonces cómo aprender a llevarnos bien con los demás se vuelve particularmente importante. El dormitorio destaca su papel como lugar social y aprenderemos mucho en este lugar social.
Primero, aprende a compartir. Me temo que a nadie le gusta ser amigo de un tacaño. Normalmente compro algunos bocadillos y frutas para llevar al dormitorio. No puedes simplemente dejar que los demás te vean comer. Recuerda compartirlo con tus compañeros de cuarto. Si lo compartes con otras personas esta vez, la mayoría de las personas lo compartirán contigo en algún momento. En este tipo de interacción, la distancia entre los compañeros de cuarto también se acorta.
En segundo lugar, aprende a decir que no. Aprender a decir no es la etiqueta social más importante y representa los resultados y los principios de una persona. No rechaces las peticiones de otras personas por miedo o vergüenza. Aprenda a decir “no” cuando sea necesario. En el dormitorio, definitivamente habrá compañeros de cuarto que querrán que les lleves comida o les ayudes a conseguir la entrega urgente. Son todas pequeñas cosas. Aquellos que necesitan ayuda pueden ayudar, una o dos veces. Lo que temo es que algunas personas den por sentada tu belleza y a menudo te pidan que hagas esto o aquello por ellos. Si no lo ayudas una o dos veces, la gente te culpará. Las personas no son santas y, con el tiempo, todos se aburrirán. Debemos aprender a decir que no. Ayudar a los demás es amable, y que los demás nos manden durante mucho tiempo es una estupidez.
En tercer lugar, no hables mal de los demás. En un dormitorio, sería una tontería no hablar mal de otro compañero de cuarto con el mismo compañero de cuarto.
Así que el dormitorio no es sólo un lugar para dormir, sino también un lugar para socializar. Siempre que mantengas el punto de partida de ser amable con los demás y tengas tus propios principios, podrás convertirte en un experto social en este lugar social.