¿Qué opinas sobre el fenómeno de los estudiantes que ahuyentan a los profesores durante las clases?
Primero, sobre el comportamiento de los estudiantes. Sabemos que en algunos países y culturas los estudiantes respetan la autoridad de los profesores y no cuestionarán fácilmente sus opiniones. Pero en otros países, es más probable que los estudiantes expresen abiertamente sus opiniones y cuestionen ideas controvertidas. Este enfoque no es irrespetuoso sino que afirma la verdad y los valores. En este incidente, los estudiantes expresaron diferentes opiniones sobre el discurso del profesor y optaron por expresarlo a su manera. Aunque esto es un poco radical, es comprensible. Este incidente nos recuerda que la relación entre estudiantes y profesores debe ser de igualdad y respeto, en lugar de una en la que una parte es superior y la otra acepta pasivamente.
En segundo lugar, sobre el significado de la lectura. En mi opinión, la lectura es un proceso de búsqueda de conocimiento y sabiduría, y su valor no debería ser sólo para ganar dinero o ganar estatus social. Por supuesto, no podemos negar el impacto de los factores económicos en la lectura. En la sociedad actual, necesitamos conocimientos y habilidades para obtener mejores oportunidades laborales e ingresos. Sin embargo, limitar el valor de la lectura a este nivel puede hacer que perdamos el amor y la búsqueda del conocimiento en sí. La lectura debe ser un proceso que amplíe nuestros horizontes, haga crecer nuestros pensamientos y mejore nuestra personalidad. Nos permite comprender el mundo desde todos los ángulos, cultivar intereses y pasatiempos y ampliar nuestra capacidad de pensamiento y resolución de problemas. Estos logros pueden ser más valiosos para el desarrollo a largo plazo de los individuos y la sociedad.
Por último, debemos darnos cuenta de que el problema detrás de este incidente no es sólo un problema de educación y enseñanza, sino también un problema de toda la sociedad. En la sociedad actual, la influencia de los factores económicos es cada vez mayor y cada vez nos inclinamos más a resumir todo como beneficios económicos. Esta forma de pensar nos hace muchas veces ignorar los conocimientos y los valores humanistas.